En la trayectoria continental del Mecalia Atlético Guardés, el equipo femenino gallego con más partidos en las copas europeas de cualquier deporte, África Sempere (Torrellano, Elche, 1992) se ha ganado un capítulo estelar por derecho propio. Sin grandes alharacas, ‘Afri’ ilumina las noches europeas a ambas orillas del Miño. Las actas de la EHF así lo confirman; es la goleadora guardesa por excelencia, con 87 dianas. Y desde que el club comenzó su trayectoria europea en 2013, cincuenta y seis han sido las jugadoras que han marcado al menos un tanto con la casaca guardesa. Ella superó los registros de Egozkue (77 goles) el 21 de febrero de 2021, contra el HC Galychanka Lviv ucraniano en A Sangriña.
Desde que la pivote pisó A Sangriña en 2016, con el breve paréntesis de la campaña pasada, la campeona mundial universitaria aquel verano se ha ganado el corazón de la apasionada afición guardesa. Lo ha logrado a golpe de sudor, trabajo y sacrificio. Pero también de goles. Es la máxima artillera del Mecalia Guardés en los torneos europeos de clubes y está relativamente cerca de alcanzar también la centena de goles con la casaca atlética. Ahora, contra el rival holandés, podrá seguir engordando una estadística que comparte con sus compañeras.
La EHF no ofrece estadísticas globales, pero ¿le hace ilusión ser la referencia goleadora del Mecalia en estos años?
Claro que me hace ilusión. Al final las estadísticas quedan y me gusta haber aportado algo a este club, el poner mi granito de arena aquí. Eso lo voy a llevar siempre conmigo, y obviamente recuerdo que gracias a todas las compañeras: porque al final el gol no lo marcas tú sola, te tienen que pasar el balón.
Doble partido en casa. De entrada, el Mecalia empieza marcando por el trabajo de la directiva de traerse ambos partidos.
Sí. Al final jugar en casa te da tener a tu afición contigo, disfrutar de más descanso y el rival no se va a sentir tan cómodo. Es un punto a nuestro favor.
¿Qué conocen del rival?
Parecen muy potentes físicamente, con gran lanzamiento exterior. Las jugadoras holandesas, como las danesas o de los países escandinavos, suelen ser así.
En los dos últimos años el equipo ha estado rozando semifinales o finales continentales. ¿Qué objetivo tienen este año en Europa?
Desde el club no nos meten ninguna presión, pero es cierto que todas sabemos que es muy importante llevar el nombre de A Guarda a lo más alto y llegar a las fases finales de las competiciones europeas es un sueño para nosotras, y para el pueblo, por lo que implica. Es una alegría que siendo un pueblo pequeño podamos jugar Europa y que vengan equipos extranjeros; que la gente de A Guarda pueda disfrutar de esas competiciones es muy bonito. Por eso nos ponemos el objetivo muy alto y somos conscientes de que queremos llegar hasta el final.
Sexta temporada en el club, con el paréntesis de la 21/22. Es de las más antiguas de la plantilla con Carla y Marisol. ¿Qué es lo que la ha enamorado de A Guarda y del Mecalia para seguir?
Es un pueblo muy tranquilo en el que es muy fácil encontrar paz. Y además cuando llegas aquí te acogen como una más, todo el mundo te conoce. Hay otro componente que es la afición. Creo que es la mejor de España. Como jugadora es importante porque en cada partido te sientes muy arropada. El valor que se le da en A Guarda al balonmano es único: somos un pueblo muy pequeño y te hacen sentir como si fueses muy grande.
Afirma que es la mejor afición de España. ¿Y comparada con otras de las copas europeas?
Es la mejor afición y explico el porqué: allá donde vamos, siempre están. Se desplazan en autobús para ver partidos, antes del partido montan un recibimiento para que nosotras vayamos más motivadas, luego, si el equipo pierde, siempre están cantando y animando y hay que ver cómo empuja el pabellón de A Sangriña cuando va mal la cosa. Cuando suenan los tambores lo notamos… y creo que las rivales, también. He jugado en muchos sitios, he ido a muchos pabellones y nunca lo he vivido así.
Habla del pueblo. De nuevo ha pasado de Elche, con más de 230.000 habitantes, a un pueblo costero en el que el equipo es foco de atención. ¿Se siente alguna presión extra?
No creo que haya presión por parte del pueblo ni de Mecalia. Sí es cierto que haber ganado la Liga (en 2017) marcó un antes y un después. Nadie contaba con ese título, porque no se había configurado la plantilla para eso, pero se dieron todas las opciones y para club, patrocinador y jugadoras fue un sueño hecho realidad. Cuando consigues eso, las siguientes temporadas te gustaría mantener el nivel y darle lo mismo al pueblo, pero no nos meten presión. La presión se la marca cada jugadora, porque queremos rendir siempre al máximo nivel y conseguir los mejores resultados.
Una curiosidad: ¿por qué el dorsal 4?
Lo elegí porque cuadró y luego hubo una temporada que lo llevaba y fue especial para mí, me salió bien y ahora ya… Me dieron ese número, empecé a crecer como jugadora y a encontrarme bien en la pista; a partir de ahí, lo quise siempre.
La pivote que enamora a la Peña O Inferno en particular y a la afición en general tuvo un pasado… de extremo.
He sido siempre un poco comodín. Al ser bastante polivalente, me han utilizado muchos entrenadores en varias posiciones, pero sí que es cierto que en la que más estuve fue de extremo izquierdo, también en la elite. Un día se fue nuestra pivote en Elche, nadie quería serlo y me ofrecí voluntaria. Se dio la casualidad de que en el partido que jugué de pivote marqué 8 goles y entonces ya dijeron “a lo mejor lo hace bien”. Quería ayudar al equipo. Me gusta aprender en todas las posiciones, no me gusta quedarme solo en una porque creo que es bastante importante, sobre todo desde pequeñas, que seamos capaces de jugar en varios puestos, eso te da mayores posibilidades de entender el balonmano y cada posición. Y era joven. No, no me arrepiento aunque es cierto que a veces es una posición complicada por el físico. No soy la prototipo de pivote -normalmente suelen ser más altas que yo-, pero el balonmano ha evolucionado y ahora hay distintos tipos de pivotes, más pequeños, más altos, más rápidos…
Se habla de la explosión del deporte femenino, del balonmano femenino… pero en realidad patrocinios privados como el de Mecalia hay pocos.
Está claro que Mecalia aporta muchísimo. He estado en el Elche, que no tiene tanto patrocinio privado, y nos cuesta mucho que la Diputación nos dé dinero. Por eso los sueldos son mucho más bajos. Mecalia es fundamental para que haya gente de fuera. Y siempre cumple lo que promete, no nos ha fallado nunca. Quizás no hay tanta entidad privada que apueste por el balonmano femenino. Poco a poco se dará esa visibilidad pero hoy en día…
“Espero seguir dos años más al menos”
Las jugadoras del equipo alevín, en el que Sempere echa una mano a Cristina Cifuentes, la llaman “Afri” y son “esponjas, absorben toda la información que les damos”. A lo largo de la entrevista, Sempere sonríe no menos de media docena de veces, si acaso, con mayor devoción cuando habla de la cantera, siempre clave a años vista. “Me gustaría en el futuro llevar algún equipo de base, estoy sacándome el título. Te hace mucha ilusión ver cómo progresan y les puedes enseñar”, sostiene.
Tiempo al tiempo, porque su recorrido en activo escribirá nuevas páginas gloriosas. “Tengo la misma ilusión desde que era joven. La edad está ahí y tu cuerpo lo va notando, no responde igual con 20 que con 30 años. Ya se va acercando el momento, claro, pero hasta que el cuerpo no me diga ‘hasta aquí’… Sigo cuidándome y manteniéndome bien para al menos seguir un par de años más”.
