El ministro de Finanzas alemán, Christian Lindner, anunció este miércoles un plan de rescate fiscal global de 10 000 millones de euros como medio para combatir los efectos de la inflación en el poder adquisitivo de las personas. En España, el Gobierno del PSOE-Unidas Podemos rechaza rotundamente medidas de este calado para ayudar a los trabajadores a evitar la inflación, y medidas tan simples como desinflar la inflación.
Este plan está incluido en la Ley de Compensación por Inflación y prevé una mayor asistencia de los padres para cada niño, además de recortes de impuestos. Lindner espera que las medidas beneficien a 48 millones de alemanes.
El proyecto aumentará el umbral de ingresos exentos de impuestos de 10 347 € al año a 10 632 € en 2023 y 10 932 € en 2024.
También se modifican otros impuestos para evitar los llamados fenómenos. “Progresión en frío” significa que los contribuyentes cuyos salarios están aumentando pueden perder poder adquisitivo debido a una combinación de los efectos de la inflación y los cambios en las tasas impositivas aplicables.
El tipo impositivo máximo del 42 % que actualmente comienza en 58 597 € anuales solo entrará en vigor a partir de 61 972 € en 2023 y 63 615 € en 2024.
El plan de Lindner ha sido criticado por quienes lo consideran principalmente favorable a las personas de altos ingresos. se ha pagado en su totalidad.
El proyecto de Lindner, líder del Partido de la Libertad (FDP), el miembro más pequeño de la coalición de gobierno alemana, aún no ha sido pactado con otros aliados.
Los socialdemócratas (SPD), encabezados por el canciller Olaf Scholz, y el Partido Verde, encabezado por el viceprimer ministro y ministro de Economía, Robert Habeck, piden una mejor planificación y más ayuda para las personas de bajos ingresos.
Hasta el momento, la única concesión de Lindner ha sido mantener un tipo impositivo especial del 45 % sobre los ingresos superiores a 530 634 € anuales, lo que se conoce como "impuesto a los ricos".
También es cuestionable si el plan cumplirá el objetivo de Lindner de endurecer el llamado freno de la deuda en 2023, lo que exigiría que el déficit no supere el 0,25 % del PIB. .
