El astillero botó ayer el primer ferry eléctrico de España y hoy recibe dos remolcadores para reparaciones
La empresa Armón incrementa cada vez más su actividad en Vigo. Ayer botó el primer ferry eléctrico fabricado en España desde las instalaciones de su primer astillero, Armón Vigo, y hoy recibirá en las del antiguo Barreras a dos buques de reparación. Todo ello mientras trabajan ya en el derribo de la nave de Aucosa, que según su director Santiago Martín “permitirá poder unir ambos astilleros y trabajar como una única factoría”.
Los dos remolcadores que llegan hoy a Barreras, rebautizado Astillero Ría de Vigo, permanecerán en reparación hasta el mes de diciembre, dando trabajo a 90 personas, que además realizan labores en distintas fases de aceros para otros barcos. “Ahora mismo ya tenemos carga para los próximos dos años”, asegura Martín, que señala que “a día de hoy tenemos ya siete barcos en cartera en distintas fases y la idea es ir sumando más lo antes posible”.
Al juntar a los 90 trabajadores que se encuentran en las instalaciones del antiguo Barreras con las de Armón Vigo, la firma asturiana emplea ahora mismo a unas 200 personas entre las dos factorías. Sin embargo, ante las previsiones de la llegada de más barcos espera incrementar este número. “Entendemos que en enero o febrero del próximo año estaremos ya en unas 500 personas y para primavera o verano seremos unas 600 o 700 personas”, afirma Martín.
Entre las dos factorías, Armón trabajará en los próximos meses en tres oceanográficos, uno para el Gobierno y otros dos para Islandia y Nueva Zelanda; también dos pesqueros, uno para Malvinas de 75 metros para Copemar y otro para la vieira en Argentina. “Históricamente nos hemos dedicado a la pesca, pero desde hace tres años entramos al mundo de los ferris, al de los remolcadores, nos dedicamos al ‘off shore’ y somos líderes en oceanográficos, intentamos hacer un poco de todo”, señala el director de Armón Vigo.
Todo ello tras finalizar ayer los trabajos del “Cap de Barbaria”, el primer ferry eléctrico de España de pasaje y carga con emisiones cero en las estancias y aproximaciones a puerto con el que la compañía Balearia cubrirá la ruta entre Ibiza y Formentera. El buque fue botado ayer al sonido de las gaitas tras celebrar un acto en el que la madrina del buque, la atleta formenterense Andrea Romero Escandell, llevó a cabo la clásica rotura de una botella de cava contra el casco.
Al acto asistieron, entre otros, Elena Espinosa, teniente de alcalde; la delegada de la Xunta, Marta Fernández-Tapias; el presidente de la Autoridad Portuaria, Jesús Vázquez Almuiña; el presidente de Baleària, Adolfo Utor; y el consejero delegado de Armón, Laudelino Alperi, que recordó que el antiguo Barreras “ya construyó cuatro ferris para Balearia que dejaron 10 millones de horas de trabajo”. Alperi destacó que Vigo es ya “un punto de referencia a nivel nacional como centro del naval privado” y tras la compra de Barreras se marcó “el reto profesional de recuperar su actividad y el desafío histórico de superar sus 150 años de actividad”.
Un ferry eléctrico con 12 horas de autonomía sin emisiones
El “Cap de Barbaria” comenzará sus servicios como H2 Ready, es decir, preparado para poder instalar un sistema de hidrógeno con una celda de 200 kw, una capacidad de almacenamiento que permitiría su uso durante 24 horas y el suministro del 30% de la energía requerida. Santiago Martín señaló que “por el perfil operativo de Balearia, al recorrer distancias cortas, podemos trabajar con baterías en el barco que permiten hacer cero emisiones en aproximación en el puerto”. El buque tendrá una autonomía de 12 horas en puerto, así como una toma de conexión a tierra de cold ironing. La planta eléctrica del buque tendrá un sistema de gestión inteligente para optimizar en todo momento su uso y mejorar su eficiencia. Durante todas las fases de aproximación, maniobra, amarre y estancia a puerto el barco no emitirá gases contaminantes. El buque tiene 82 metros de eslora y 15,5 de manga, y podrá navegar a hasta 14 nudos.
