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Bronce veterano para un feliz debut mundial

Me apunté en la categoría absoluta, pero al ver la confirmación ya vi que me metían en la de veteranos de más de 35 años", admite Mauro González sobre su presencia en la última prueba de las World Series de enduro, que se disputó el pasado fin de semana en la localidad francesa de Loudenvielle. Y, una vez allí, peleó por la victoria y pudo acceder al podio, todo un logro para el salvaterreño, un veterano en el panorama ciclista de Galicia. 

Campeón de Galicia absoluto en ciclocross y con presencias internacionales, además de probar en carretera, el del Condado ahora se centra en enduro porque “vi que iba bien y es lo que me motiva. Como en años anteriores acudí a Copas del Mundo de ciclocross quería hacer alguna de lo que estoy ahora. Esta era la primera a la que fui porque era la que estaba más cerca de España. Era cruzar el túnel de Vielha y ya llegaba”, relata. Para ello tuvo que cuadrar las vacaciones en el trabajo.  Eso sí, con sorpresa porque “mi intención era correr en élite, en la categoría absoluta como hago habitualmente, pero aquí me metieron en este grupo para mayores de 35 que es el único de veteranos que hay y vamos con los júnior. Es su norma porque la categoría máxima está reservada para los más profesionales”, describe. Y, bajo estas circunstancias, peleó por la victoria. El sábado fue segundo en el tramo de inicio y el domingo, el día clave, firmó la tercera posición que le permitió acceder al podio en su debut en unas World Series. Con 40:02.82 finalizó a más de 1:40 del primero. De hecho, accedió al bronce en el último tramo.  Un esfuerzo que obtuvo recompensa. 

“Es mucho más duro que un enduro en Galicia o España. Aquí tienes tramos de 800 metros de desnivel, que es todo lo que bajas en una prueba autonómica. Esto son 8 o 10 minutos bajando, que se hace muy complicado”, relata Mauro González. A ello se añade que algunos remontes son especialmente duros. “En esta prueba, había uno de ocho kilómetros que era ascender el puerto de Val Louron. Y claro, lo tienes que hacer con una bicicleta que pesa unos 14 kilos, que no está preparada para eso. Hay que tener paciencia", admite. Un desgaste que se nota mucho. “Por algo son las pruebas más difíciles. Los tramos son más largos y además del descenso, meten algunas zonas de pedalear en las que tienes que darle bastante caña”, amplía Mauro González. 

Elementos muy atractivos que hicieron agradable su experiencia y, al final, al competir con los mayores de 35 años, “tenía tiempo a cambiarme y ver a los pro, que venían dos horas después”. No fue el único porque allí se encontró al tudense David Fernández (Avanza) y a Manu Loureiro, del Coruxo. “No fuimos juntos, pero sí que hicimos piña para entrenar y pasar allí los días". Experiencias.