Caos por la venta de entradas online para La Fábrica de la Navidad, agotadas en una hora

Los padres volvieron a poner la alarma en el calendario el pasado lunes 28 de noviembre a las 20.30 horas. Una previsión que de poco sirvió a muchas familias, porque es tal la afluencia de gente que quiere conseguir entradas para La Fábrica de la Navidad, el evento estrella de Torrelavega para el público infantil en estas fiestas, que se quedaron sin la visita a ese mundo mágico en el que no dejan entrar con teléfonos móviles, y que este año traslada su ubicación de La Lechera a la Cámara de Comercio de la Plaza de La Llama.

Los problemas del año pasado volvieron a repetirse. Primero, la página Giglon, la plataforma adjudicada para la venta de las entradas, no acababa de cargar el evento, por muchos 'F5' que los padres, desesperados, pulsaron. A las ocho y media, La Fábrica de la Navidad no salía en pantalla. «Que comiencen los juegos del hambre», escribía una madre en un grupo de WhastApp, preparada con tres dispositivos (y distintas IP) para no quedarse sin pases. Después de unos minutos, el cartel del evento de este año apareció con las dos opciones a elegir (visitas en horario de mañana o de tarde). Clic en comprar entradas y automáticamente «estás en lista de espera». Una hora después, estaban agotadas. Y eso que en esta edición se ha triplicado el número de visitantes -que serán 25.000-, por la situación sanitaria, que no es la misma que en los dos años previos, y por el cambio de ubicación.

Basta con echar un vistazo a los comentarios en las redes sociales del Ayuntamiento de Torrelavega para comprobar la impotencia que genera cada año conseguir dos, tres o cuatro entradas. «Desde el primer minuto en cola, página que se cae, con las entradas en la cesta dos veces y te las quita, en resumen: esperando media hora y sin entradas después de tenerlas en la cesta, esto es un engañabobos, un timo, una estafa y un desastre de fábrica», escribió cabreado un usuario.

A otro le ocurrió prácticamente lo mismo: «Nosotros, como en años anteriores, estuvimos desde el primer momento intentando conseguir cuatro entradas y nos fue imposible. Si no quedan entradas para los que no estamos empadronados, vender la actividad sólo para los vecinos del Ayuntamiento, pero no nos hagáis perder tiempo durante una hora y media para un año más, quedarnos frustrados por no poder conocer el evento». Más de 20 comentarios con el mismo problema: «¡Otro año que dejan a los niños con las ganas! ¡Vaya vergüenza! ¿Es normal que todos los años pase lo mismo y esto lo sigan gestionando así de mal?».

Como estos, muchos otros mensajes. Algunos incluso se han tomado la molestia de rebautizar al evento como 'La fábrica de la desilusión' o escribir al defensor del pueblo por «discriminación en precio y prioridad a empadronados». «Por no hablar que la persona que pedía el DNI le decía a quienes querían más de 4 entradas que se pusieran a la cola de nuevo, persona a la que hay que preguntar a través de un escrito de donde ha recibido esas órdenes. Esto no es legal», denuncia otro.

Esta circunstancia se da cada año, tanto de forma online como en taquilla. En 2021 este periódico se hizo eco de las largas colas que se formaron en la Plaza de Abastos de Torrelavega para conseguir entradas físicas. Y es que los empadronados en la capital del Besaya tuvieron (y volvieron a tener este año) prioridad para adquirir sus pases antes que el resto, además de llevarse el 70% de las entradas.

Según el Ayuntamiento de Torrelavega, las entradas se pusieron a la venta a las 20.30 horas y se agotaron dos horas después, a las 22.30 horas. Pero claro, de nueve y media a diez y media los únicos pases que podías adquirir eran sueltos y en distintas fechas y horas.

Lo positivo es que este año hay otra novedad, además del nuevo emplazamiento: se podrán adquirir entradas en taquilla, hasta un máximo de 25, para el último pase diario, el de las 19.30 horas.

Pero, ¿qué tiene este evento para que sea tan demandado? Mucha creatividad. Lo primero que debes hacer es introducir tu teléfono móvil en una caja, para así evitar que se tomen videos o fotografías, y lo segundo llamar a la puerta que te permite entrar en un mundo mágico dividido por habitaciones. «Vienen familias de toda España porque se trata de un viaje a un mundo de ilusión. Por unos minutos te trasladas en el tiempo y tienes la oportunidad de conocer a personajes mágicos», explican desde el consistorio. Esos personajes pueden ser el cartero real de los Reyes Magos o el fabricante del carbón que envían a los niños que no se portan bien. Viendo el tremendo enfado de algunos padres, igual el Ayuntamiento de Torrelavega también recibe este año una pieza del dulce negro.