Como su nombre indica, el tema de este libro, que se imprimió en la imprenta de La Región, es Serranova y sus vecinos. En la página 120, resumo un artículo publicado por el autor Castor Mendes Brandon en el diario "La Voz de Celanova" y lo dedico "a los ausentes que viven fuera de la ciudad". El tema es de Alameda, obra del alcalde Manuel Balcarcel, que según el autor es rica en negro, rosal y acacia, en la que sus hijos de infancia jugaban trompos, palmos, billar y hasta el punto jugaba Otros recuerdos son la 'Festa dos La Pace', que celebra el Arte de San Torque el 15 de mayo. La comida campesina se regó con vino tinto Ribeiro, y se animó la aventura. En la nostalgia, Don Castor extraña los cientos de golondrinas que anidaban en el pueblo cuando él era un niño.
Un pueblo de músicos
Pero el verdadero protagonista del libro, ya quien Méndez le presta más atención, es Seranovesas, quien se destacó por su amor a la música. Y lo hace en un tono algo petulante y cursi que se contrarresta con la información que aporta sobre sus vecinos y su pueblo.Se ganaba la vida como profesor de piano y pianista oficial del casino, y se cree que murió en 1902. Las niñas, Concha y Adela Lezón, "son un honor para el pueblo, con un tono de voz melodioso y argentino", escribe Méndez. Las pianistas María Rodríguez, María Baladrón, Atala y Consuelo Alvarez, Luisa Román, Amalia Lorenzo, Sor Reza, Julita Rivera (se destacó en violín y canto), Elena Moreiras y algunas más. El propio Don Castor era un excelente barítono, quizás incluso mejor que el escritor, y también había actuado en los escenarios de Madrid.
El libro también tiene un capítulo de elogio a su vecino, D. Cesáreo Fernández Losada, quien lleva una ferviente vida como médico, teniente general de Cortes y fundador del Museo Anatómico Patológico del Hospital Militar de Madrid. estaba. , inspector de salud cubano y dueño de una excelente biblioteca. El libro contiene diez poemas del autor, que fue alcalde de Serra Nova.
(Fondo de la Biblioteca de la Diputación).
