La Audiencia impone 20 meses de cárcel y la devolución de 29.300 euros
Se aprovechó del grado de discapacidad de su amigo, de 76 años, para acceder a su tarjeta de crédito y el pin y retirar de las cuentas 29.300 euros. Así describe la sección quinta de la Audiencia en Vigo los hechos probados que han llevado a la condena por estafa de una acusada, a quien le impone 20 meses de prisión y el pago de una indemnización a la víctima de 29.300 euros. La mujer, que conoció al perjudicado cuando trabajaba en un bar en 2017, reconoció durante la vista que utilizó la tarjeta de crédito de su amigo, pero aseguró que tenía su consentimiento y que lo hizo para darle una vida mejor a su hijo al ser madre soltera.
La sentencia incide en que las retiradas de cuenta seguían un patrón continuo, lo que llama la atención porque llevó a dejar casi a cero la cuenta, “lo que no resulta lógico”. Afirma el fallo que llama la atención que dichos reintegros se hacían en Cesantes y Chapela, lejos de donde vive el afectado, “persona con una seria capacidad para interactuar, debido al retraso que padece, lo que hace ilógico que, por sus circunstancias, se desplazara a otras localidades”. De esta forma, considera acreditado que la acusada, “aprovechándose de la particular vulnerabilidad del perjudicado, se hizo con su tarjeta y su número clave para despojarle" del dinero.
No obstante, la sentencia no incluye otras retiradas bancarias en Redondela (lo que rebaja la responsabilidad civil de 32.900 a 29.300 euros) y no aplica el subtipo agravado, que le habría supuesto una pena superior (se enfrentaba a cuatro años de cárcel) al entender que no existe un plus en el engaño inicial y generador del riesgo patrimonial, ya que este vino dado por el conocimiento que tenía la acusada por el contacto con la víctima y su cuñado que frecuentaban el bar donde ella trabajaba.
