La oferta era tentadora: viajar a Cantabria para fichar por un equipo de fútbol e iniciar una carrera con una proyección clara hacia el profesionalismo. Para los tres jóvenes latinoamericanos -todos rondan la veintena- era el plan perfecto; pero resultó ser una mentira. El contrato prometido no existía y pasados seis meses de su estancia en Es
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Uno de los detenidos por el engaño a los jóvenes futbolistas. / DM