Le brotan las risas sin parar y se llama Clara. El nombre que le pusieron sus padres hace dos décadas es impronunciable para los extremeños. Por eso, esta estudiante de la UEx y sus doce compañeros han adoptado otros apelativos, como Verónica o Raúl, el tiempo que estudien en la Facultad de Ingenierías Agrarias de Extremadura.
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Los alumnos chinos con los directores de Ingenierías Agrarias y responsables del nuevo grado.</p><p>s / J. v. arnelas