El Celta cambió en las últimas horas los planes anunciados por su entrenador, Carlos Carvalhal, y finalmente no abrirá a los aficionados el partido entre los jugadores de la propia plantilla que tiene previsto disputar hoy en el estadio de Balaídos.
Carvalhal apuntó en la comparecencia del pasado lunes junto al asesor externo Luís Campos que los futbolistas del conjunto celeste se enfrentarían esta mañana en un duelo en el que participarían también componentes del filial y que se disputaría con árbitro y público en las gradas. Ayer, sin embargo, el club indicó que este encuentro, que servirá al técnico para calibrar posibles carencias en la plantilla de cara al mercado de invierno, se jugará a puerta cerrada.
A cambio, el Celta confirmó ayer mismo el amistoso que disputará el próximo miércoles con el Boavista portugués, que sí se disputará a puerta abierta en Balaídos. El choque, que comenzará a las 18:00 horas, servirá para conmemorar el primer partido del conjunto celeste tras su fundación. El 23 de septiembre de 1923 el recién creado Real Club Celta de Vigo se enfrentó al Boavista en el campo de Coia, con el resultado de 8-2 a favor de los locales.
Los aficionados tendrán acceso libre a las gradas de Tribuna Alta y Baja para presenciar el primero de los amistosos que el Celta afrontará en este parón liguero por el Mundial de Qatar, con el objetivo de preparar su regreso a la competición, el día 22 en la Copa del Rey, ante el Gernika, y el 30 en la Liga, frente al Sevilla.
Tras el partido del miércoles contra el Boavista, el equipo de Carlos Carvalhal tiene previsto jugar el sábado siguiente con el Vizela, también de Portugal, y la semana siguiente se mediría con el Brentford y el Fullham ingleses, según avanzó el técnico luso.
