El sector del calzado irá a la huelga el próximo día 1 de diciembre después de 45 años. El colectivo denuncia que la negociación del convenio está bloqueada por culpa de una patronal que se ha marcado unas líneas rojas en la negociación que, según los trabajadores, les aboca a una pérdida de poder adquisitivo inasumible.
Javier Usón, responsable estatal del calzado de UGT Fica ha explicado a Crónica Global que la situación del colectivo es límite, con una horquilla salarial de entre 14.000 a 16.000 euros anuales brutos y una jornada de 1788 horas anuales, la más alta de la industria.
Una oferta insuficiente
Según Usón, el pasado día 27 de noviembre se fue al traste la última reunión, el último intento de llegar a un acuerdo con la patronal, que les ofrece un incremento del 4% de julio a diciembre de 2022, un 4% en 2023, un 2,5% para 2024 y un 2% para 2025. Esto, consideran los trabajadores, es una oferta totalmente distanciada del coste de la vida, que no pueden aceptar porque supone una pérdida de poder adquisitivo inasumible. “Nos están ninguneando y no entienden que este es un sector envejecido que morirá de inanición porque no hay posible relevo generacional”. Lamenta Usón. "Los jóvenes no se interesan por un sector como este". El colectivo, está cargado de "empresarios suicidas", sentencia el portavoz de UGT-Fica.
Los sindicatos han propuesto alargar cuatro años el convenio, con la condición de que, una vez finalizado, se actualice con el IPC real. Esto, insisten, es un esfuerzo económico que han pedido a las pequeñas y medianas empresas, y que estas están dispuestas a asumir si se les garantiza una revisión real a final de convenio. Sin embargo, el desinterés de la patronal absoluto por parte de la patronal para llegar a un acuerdo razonable.
La patronal, descolocada
La patronal nsiste en que ha hecho hasta siete ofertas y todas han sido descartadas. El portavoz de la comisión empresarial en la negociación del convenio, José María Escriga, confirma los porcentajes anunciados por Usón como propuesta de la patronal, pero contradice la lectura que hace el portavoz de UGT-Fica sobre la postura de los empresarios. “Para nosotros es un esfuerzo e hicimos una oferta que garantiza un 15% acumulado en los cuatro años, además una reducción de jornada”. Según Escriga, ofrecieron a los trabajadores los porcentajes mencionados y una revisión final al 2,5%, lo que supone un incremento del 15%. Sin embargo, tampoco les pareció suficiente. “Nos hicieron una contra propuesta que nos sorprendió todavía más, ahora querían que al final del convenio se practique una revisión al 80% del IPC real", cuenta.
Según Esccriga, la actitud sindical les tiene desconcertados porque mientras acusan a la patronal de estar de espaldas al diálogo, son ellos quienes no escuchan las ofertas. "Nos propusieron otra reunión, y no es que no tengamos interés, es que vamos a ofrecer lo mismo, porque no podemos ni estamos autorizados a más", insiste Escriga.
Habrá huelga
Escriga ha explicado a este medio que los sindicatos anunciaron en la última reunión que pedirían la intervención del Servicio de Intermediación por no haber avanzado en las negociaciones. "Nuestra sorpresa fue cuando comprobamos que la habían solicitado horas antes de la reunión”. Según el portavoz de la confederación empresarial, “han hecho un esfuerzo y una oferta máxima que no pueden mejorar”. "Nos pidieron que hiciéramos un esfuerzo, no estamos en condiciones de hacer una oferta nueva y estamos dispuestos a aceptar otra rebaja de jornada de 4 horas (ya habíamos aprobado 8). Es decir, una rebaja de 12 horas.
El sector "da para lo que da"
"Estamos distanciados, así que el día 1 hay una huelga convocada y eso es lo que sucederá", concluye Escriga. Lo que nos está sucediendo es que nos podemos llegar a ver con un 20% de incremento y eso es asumible asumir. “El sector da de sí, lo que puede dar de sí”. No somos una industria química puntera. Estamos dentro de lo que es el calzado, una industria manufacturera con una mano de obra muy importante.
Crónica Global ha querido saber cuál es la postura de la patronal con respecto a otra grave acusación de los trabajadores. Según Usón, hay un exceso de trabajo clandestino --sobre todo en la zona de Levante--, algo que constituye una competencia desleal a todas esas empresas que cumplen con sus obligaciones. "Hay señoras cosiendo zapatos en casa y muchos empresarios les proporcionan el material", condena el portavoz sindical. Para Escriga, en cambio, "el trabajo clandestino es algo consustancial en el sector, es una forma ya de vida. Las empresas, con toda la normativa legal y sus obligaciones trabajan con un producto que tiene mucha competencia, muchos están derivando pedidos a Brasil. No son salarios muy elevados, pero no se regatea por regatear. Somos conscientes de que es una jornada elevada y por eso estamos intentando avanzar. Hay aspectos que hay que avanzar, pero poco a poco. No estamos muy lejos pero estamos separados".
