El delantero del Celta firmó un gol salvador de tacón en el último duelo entre España y Marruecos, en Rusia 2018
España no ha perdido nunca contra Marruecos. Es una afirmación tan rotunda como cierta. Pero, como todo en la vida, hay matices. El primero, que pese a la vecindad, tan solo se han medido tres veces en duelo oficial. El último de ellos fue hace cuatro años, en el Mundial de Rusia, cuando se rozó la debacle. Pero la diferencia entre que la selección quedase eliminada en la fase de grupos a pasar de primera tiene nombre y apellidos: Iago Aspas Juncal.
El fuera de serie de Moaña, que entonces sí tenía recompensa internacional a su rendimiento en el Celta, apareció en el tiempo de descuento cuando el marcador reflejaba un 1-2 a favor del combinado norteafricano, ya eliminado. Un envío de Carvajal al área y un remate de tacón con la menos buena, la derecha. Gol. ¿Seguro? El línea había levantado la bandera para anularlo por fuera de juego. Sin embargo, el trabajo del VAR -sí, ya estaba en uso hace cuatro años- verificó la posición correcta del morracense. Al mismo tiempo, Irán empataba con Portugal, lo que permitió pasar como líder a la selección que entonces dirigía Fernando Hierro de forma interina, tras el ‘affaire’ de Lopetegui con el Real Madrid primero y con Rubiales después. Pero ni con susto en el cuerpo hubo reacción. España jugó un partido deficiente contra Rusia en los octavos de final y acabó siendo eliminada en la tanda de penaltis, con el último lanzamiento marrado por el propio Aspas, que pasó de héroe a villano en apenas unos días.
De aquellos polvos quedan los lodos de Carvajal, Azpilicueta, Koke, Busquets y Jordi Alba. Es el quinteto que repite con respecto a Rusia. De Marruecos siguen ocho. Y si aquel suceso, contra una selección ya eliminada fue un buen susto, cuánto más puede serlo en unos octavos de final frente a un combinado notablemente mejorado. Tanto, que pasó como primero por delante de Croacia y de Bélgica, ya en casa. Buenos centrales, un todocampista como Amrabat, el picante del excéltico Sofiane Boufal y una banda derecha diferencial, con dos futbolistas top como Achraf y Ziyech. Son argumentos como para tener las orejas tiesas. Eso sí, en esta ocasión España no tendrá la carta de Aspas pese estar año tras año en la cabeza de los máximos goleadores españoles.
