Actualmente, 15 hombres están encarcelados en prisiones estatales controladas centralmente por quemar montañas. Diez de ellos están en prisiones federales y ocho han sido condenados. Uno sigue en prisión provisional y otro está siendo asegurado en el centro psiquiátrico de la prisión.
La prisión catalana es un territorio penitenciario descentralizado con cinco reclusos (uno de ellos en prisión preventiva). En el caso de cuatro personas ya condenadas, el cargo de incendio premeditado está vinculado a otro asesinato.
Ninguna de las tres prisiones del País Vasco alberga a ningún condenado por los incendios forestales.
Manzaneda
La prisión de Pereiro de Aguiar alberga a dos personas (tres estaban encarceladas, pero una se escapó recientemente de la prisión). Carlos GB Tiene 72 años y fue condenado a dos años y medio de prisión por provocar un incendio intencionado en Manzaneda en 2012. Más tarde fue condenado a 22 años más de prisión por intentar matar a dos vecinos con un hacha mientras trabajaba con la Guardia Civil para apagar incendios en la ciudad. El tribunal dictaminó que actuó como venganza y tuvo en cuenta su alcoholismo (enero).
EN MACEDA
Ricardo G.G. también está preso. (46), tres condenas por quema de montes en Maceda en los veranos de 2017 y 2019, según fuentes judiciales. A pesar de que su alcoholismo reducía las penas, no se salvó del ingreso. Fue alcanzado por hasta cinco incendios a primera hora de la mañana.
Sanciones
Las sanciones por incendio provocado imprudente suelen ser de seis a nueve meses de prisión, pero si estalla el incendio, el castigo será más severo. Ocurrió en una reserva especial. La prisión va acompañada de multas. En caso de incendio doloso, la pena es de 3 a 5 años, salvo circunstancias atenuantes. Sin embargo, pueden llegar a 20 años si la vida y la integridad de las personas se ven amenazadas.
