La incertidumbre por la crisis de los microchips obliga a todo el sector a blindarse ante otro año de gran incertidumbre en la producción. Las auxiliares secundan a Stellantis Vigo en las regulaciones temporales: Denso ya inició el procedimiento mientras GKN, Gestamp y Plastic Omnium, entre otras, negociarán en próximos días
La automoción viguesa se blinda de cara a 2023 con una nueva oleada de Expedientes de Regulación de Empleo (ERTES) de carácter temporal para afrontar otro año de gran incertidumbre por la crisis de los microchips.
El fabricante, Stellantis, planteará uno, tal y como avanzó su director hace unos días haciendo alusión a la “gran inestabilidad de los mercados” y la necesidad de que haya medidas de acompañamiento al empleo. Fuentes sindicales apuntan a que se negociará en enero y toda la industria auxiliar seguirá los mismos pasos.
Varias empresas de componentes instaladas en la comarca de Vigo ya están planteándolo. Es el caso de Denso, ubicada en el PTL, que, según pudo saber este diario, inició el procedimiento formal para tratar un nuevo ERTE. GKN Driveline, en Balaídos, Gestamp Porriño y Plastic Omnium, en Redondela, también transmitieron la necesidad de negociar. Sólo estas cuatro compañías emplean a unos 2.000 trabajadores que quedan expuestos a una regulación de empleo temporal que todo apunta a que será en las mismas condiciones que las que están en vigor.
Y es que la reforma laboral permite prorrogar los ERTE, lo que implica que no habrá negociación como tal y que el formato será más ágil y se acortan los plazos. No obstante, tendrá que establecerse un procedimiento formal y se constituirán mesas con representantes de los trabajadores y de la empresa. Como la reforma sólo permite una prórroga, el sector se acogerá con toda probabilidad a que el nuevo expediente esté vigente todo el año.
El ERTE de Stellantis Vigo para 2023 será el quinto de la factoría en los últimos tres años. En 2020 se acogió a dos, el primero en marzo y fue un ERTE covid por causas de fuerza mayor debido al estado de alarma que le obligó a cerrar durante casi dos meses. Después aplicó otro por causas organizativas y productivas. En 2021 y 2022 tuvo en vigor otros dos para afrontar los vaivenes de producción por la crisis de los microchips que seguirá el próximo ejercicio.
