¿Qué tienen que ver unas nevadas colosales de principios de 2015 con los berridos de los venados que se oyen estos días por los montes cántabros? A primera vista, poco o nada. Pero en la práctica, más de lo que parece. La berrea, la época de celo de los ciervos, entra en sus días señalados. Y la de este 2022 tiene su pequeña historia ocul
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Un imponente macho en la berrea de 2016, en la que hubo pocos animales, pero de una calidad extraordinaria. / Marco García Vidart