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La curativa genciana

La Gentiana lutea, conocida en gallego con el nombre de xanzá, herba do lobo o allo do lobo, y en castellano como genciana amarilla, genciana mayor, gengiba, junciana o chonzana, es una planta perenne herbácea, fácilmente reconocible, originaria de las montañas del centro y sur de Europa y perteneciente a la familia de las Gentianáceas, que comprende cientos de variedades distribuidas por todo el mundo.

Etimológicamente el nombre gentiana deriva, según antiguos autores, del nombre del rey Gencio de Iliria quien, en el siglo II antes de Cristo, descubrió y divulgó el valor curativo de las raíces de esta planta. Este hecho quedó recogido en la numismática de la República de Albania, donde la Gentiana lutea está representada en el reverso de un billete emitido en el año 2008 y el rey Gencio en el anverso. El epíteto lutea es de origen latino y significa “dorado o amarillo anaranjado”.

La planta alcanza de uno a dos metros de altura. Sus raíces son amarillentas, cilíndricas, largas, gruesas y carnosas. Su tallo es simple, alto, robusto y hueco. Sus hojas son opuestas, coriáceas, lanceoladas, largas, de color verde amarillento y con nervios paralelos muy marcados. Las superiores están fundidas por su base en una corta vaina; las inferiores están reunidas en una roseta basal. Sus llamativas flores amarillas, de forma estrellada, brotan en la mitad superior del tallos y están reunidas en manojos en las axilas de las hojas. Florece de junio a julio. Sus frutos son unas cápsulas ovoides con cuatro ángulos que contienen numerosas semillas aladas y aplanadas. Se desarrolla al sol en los prados de montaña y lugares rocosos, coloreándolos de un bello tono amarillo. Su germinación es muy lenta y la raíz puede llegar a vivir hasta más de 50 años.

En Galicia, donde es poco frecuente, varía la coloración de sus flores adquiriendo tonalidades anaranjadas, por lo que en estas tierras ha sido descrita como una subespecie: Gentiana lutea subsp. aurantiaca. Su presencia se reduce a la alta montaña, en zonas como el Parque Natural de Invernadero, el Caurel, los Ancares, etc.

Por sus efectos benéficos para la salud ha sido una planta muy apreciada ya desde la antigüedad. Dioscórides, Plinio y Galeno la consideraban un eficaz remedio contra las mordeduras y picaduras de animales venenosos, y también contra las enfermedades del hígado y del estómago, los calambres y las fiebres. En la Edad Media se llegó a comercializar como medicamento milagroso. Figuraba en casi todos los catálogos de las boticas monacales de Galicia: Celanova, San Martín Pinario, San Esteban de Ribas de Sil, San Julián de Samos, San Clodio, Santa María de Oya, Oseira, etc.

Además de su uso medicinal se emplea como aromatizante de bebidas, ya que sus raíces contienen una substancia amarga, posiblemente un de las más amargas de la naturaleza, muy apreciada para tratar problemas del aparato digestivo y como aperitivo. Es antiinflamatoria, antiséptica, digestónica y febrífuga. También se usa en tratamientos para eliminar las manchas de la piel. Es un buen diurético, ideal para prevenir las piedras en el riñón y también las lombrices intestinales. Por todos estos motivos era habitualmente vendida en los mercados. Las lociones eran recomendadas , en uso externo, como tónico capilar. Se usa con frecuencia, después de hacerla fermentar y destilarla, como componente de bebidas amargas como bitter y vermú. El licor de genciana, muy apreciado, se elabora metiendo las raíces en alcohol etílico puro. También se utilizó para aromatizar la cerveza antes del uso del lúpulo. Además puede emplearse para fabricar caramelos o pastillas digestivas.

Para ello las raíces de los ejemplares viejos, a veces de grosor considerable, deben ser extraídas a finales de verano o en otoño u otros periodos cuando la planta está en reposo. Una vez lavada y troceada y puesta a secar al sol o en horno templado, se debe conservar en lugares ventilados, resguardados de la luz y la humedad, para luego utilizarla para los fines descritos. También con su raíz se pueden hacer infusiones. Una taza de raíces maceradas en agua y bebida en ayunas durante varios días tiene efectos adelgazantes y ayuda disminuir la tensión.

Es una especie no muy habitual y en peligro de extinción, a causa, muchas veces, de su recolección indiscriminada. Por este motivo, en muchos países, se la considera una especie protegida, por lo que para fines médicos debe ser cultivada.