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Hay 400 puestos de trabajo menos en la hostelería que en el verano de 2019

Expertos se quejan de escasez de mano de obra en campaña para reanudar el consumo

Hostelería ve boom del turismo y el consumo tras el año pasado Me prometí que sería muy feliz este verano. Dos años afectados por la pandemia. Esta premisa se ha cumplido, al menos en provincias, con registros históricos de turistas en junio y niveles de actividad en las instalaciones que igualan o superan los registros pre-covid, según constatan los propios expertos. Sin embargo, tras emplear a 5.843 ourenses en el verano de 2019 (julio) y 5.449 el mes pasado, el sector se ha contraído en los últimos dos años al perder 400 puestos de trabajo.

La adhesión a la seguridad social tocó fondo con 4.021 trabajadores en febrero de 2021, y aunque ha recuperado muchos de los puestos perdidos, está lejos de ser la mejor. Los expertos dicen que la situación no se debe a una caída en la demanda de mano de obra. , sino a una escasez de oferta por parte de los trabajadores. 

Olalla Dopazo, quien ha pasado la mayor parte de su vida como mesera, decidió dar un gran paso hace cuatro meses y comenzar su propio negocio. Abrió un bar llamado Lola Limón en la zona de A Ponte. El bar fue "muy bien recibido" por los clientes desde el principio, pero durante este período no pudo encontrar los trabajadores que necesitaba y fue un verdadero dolor de cabeza. "Te priva del sueño por la noche", dijo.

Hasta seis empleados han pasado por sus instalaciones en los últimos cuatro meses. Solo quedan dos de ellos, uno de los cuales acaba de comenzar su período de prueba. “He intentado rotar y buscar desde el principio, pero lo que le falta a uno tiene a otro, el responsable no se mueve, y el rápido falla del otro lado”, aseguró.Para ocupar el puesto ensayó varias estrategias. Al formar a profesionales con experiencia ya los que no, los resultados fueron negativos en ambas situaciones. “Aunque les des buenas condiciones, trates bien a la gente y pagues más del salario mínimo, son difíciles de encontrar”, dijo, quien con dos días libres asegura que las condiciones son buenas. Su optimismo comienza a desvanecerse, pero espera aceptar un nuevo candidato para fines del verano en septiembre. Me enfrento a una situación menor. “Aquí tenemos 9 años, ahora 6 años, trabajamos como cualquier otro año”, dijo Hugo Fernández, uno de los socios locales. "La gente se ha ido de los albergues por el problema del Covid-19. Siempre ha sido complicado porque nunca tienes un fin de semana libre y la gente pide dos días libres. Parece que es muy difícil encontrar gente por horas", dijo.

Pero no todos los profesionales tienen la misma experiencia. El dueño de Bar Hermida, Sergio Taboada, tiene tres empleados desde hace tres años y jura que su secreto es mantenerlos felices. "Trabajo en días consecutivos sin dividir turnos y siempre trato de tener los fines de semana libres", dijo. Según Taboada, los empleados buscan cada vez más la conciliación con su vida personal, rechazando prácticas como los días partidos que son típicos de los restaurantes porque Creer que lo son, dijo Taboada, es "un aguijón para todos". También señala que muchos han dejado la industria debido a la pandemia, y que encontrar mejores términos en otros trabajos no está de humor para volver.

Carlos González ha estado trabajando en este campo durante 35 años, principalmente como gerente de Rapizz Pizzeria. También asegura que no tendrá problemas para encontrar trabajadores. “Les pago bien, tengo ocho horas de seguro, les doy comida y bebida, y respeto sus vacaciones”, dijo. Su equipo ha estado con nosotros durante más de cinco años y no tuvo problemas cuando tuvimos que ir al mercado para cubrir nuestras vacaciones.

``Las condiciones son duras. Ha quedado expuesta debido a la escasez de mano de obra. Vanessa López afirma que ha estado en esta profesión "toda su vida" y nunca ha estado desnutrida a cambio de mucho trabajo duro. “Me considero una persona trabajadora y confiable, por lo que nunca me he quedado sin trabajo.” Pero nunca sales. 

También deben acabar con el prejuicio de "es fácil entrar en un bar y servir", una idea "falsa". "Creo que hay meseros, pero pocas ganas de trabajar. Los hay muy buenos, pero cuesta encontrarlos. No es fácil", agregó. 

Ahora lleva cinco meses trabajando en un bar y su currículum incluye varios nombres más. Por lo general, garantiza dedicar "muchos años a cada trabajo", aunque tiene que cambiar de vez en cuando.