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La ultraderecha de Giorgia Meloni gana las elecciones en Italia, según los sondeos a pie de urna

Hermanos de Italia gana las elecciones italianas como primer partido y se prepara para llevar a la derecha al Gobierno, según los sondeos a pie de urnas. El triunfo de Meloni no por anunciado es menos sorprendente, en un voto marcado por la participación que se augura la más baja de la Italia republicana. De confirmarse los datos, los auspicios de las últimas semanas se habrían cumplido y Meloni, a sus 45 años, será la primera mujer en liderar un Gobierno en Italia, con una mayoría que podría ser muy amplia. Solo otra mujer estuvo tan cerca de alcanzar el Palazzo Chigi: Nilde Iotti, la dirigente comunista que fue también la primera mujer presidenta de la Cámara de los diputados, que en 1987 recibió del Presidente de la República el mandato de intentar formar gobierno pero no lo logró. 

El silencio electoral al que obliga la ley italiana y la prohibición de difundir encuestas en las dos semanas previas al voto han dejado un margen amplio de incertidumbre. Y en los últimos días el centroizquierda empezó a hablar de una posible 'remontada' con la paradoja de que, para lograrla, tenía que esperar un buen resultado, sobre todo en el sur del país, del Movimiento 5 Estrellas de Giuseppe Conte, el abogado que llegó a primer ministro por casualidad y que ha logrado resucitar una formación que se daba por muerta.

El revés de esta medalla es que si el PD y el M5S no hubieran tirado al traste la posibilidad de una alianza, la victoria de la derecha no hubiera sido para nada descontada. Es una victoria que deriva de una ley electoral que premia las grandes coaliciones -más de un tercio de los escaños se eligen por el sistema uninominal, quien llega primero gana- y porque está empujada casi exclusivamente por el auge de Hermanos de Italia de Meloni, que a crecido también comiéndole terreno al socio-rival Matteo Salvini, mientras Forza Italia, el partido de Silvio Berlusconi, se convertía en el socio minoritario. 

Si los datos definitivos confirmarán las previsiones, Meloni podrá jactarse de varios récords: fue la ministra más joven, cuando con 29 años, entró en el Gobierno con Berlusconi, puede ser la primera mujer en Palazzo Chigi y sobre todo es la mujer que, tras haber atravesado la historia de la derecha postfascista, la lleva a liderar el Gobierno con un resultado que nadie nunca había ni siquiera imaginado. Lo más lejos que se llegó fue con Alianza Nacional que en 1996 obtuvo el 15,7 por ciento. AN había surgido cuando Gianfranco Fini decidió liquidar las siglas del Movimiento Social Italiano, la formación fundada en 1946 por los seguidores de Mussolini. La llama que aparecía en su símbolo siguió manteniéndose en el logotipo de AN y se mantiene también en el de Hermanos de Italia. 

“Listos” ha sido el lema de la campaña de un partido que hace cuatro años había obtenido poco más del 4 por ciento de los votos y que, en los vaivenes de esta legislatura, se ha mantenido siempre en la oposición. Una postura premiada por los electores que, en medio de la apatía y el hartazgo, ha visto en el partido ultra la última opción que quedaba por probar. Más esta mañana en los colegios electorales resumía la elección con un “vamos a probar ya que los demás nos han decepcionado”. Meloni y los suyos tendrán que demostrar muy pronto si estaban realmente “listos” para gobernar, en un “día después” en el que, bajo los focos de toda Europa y en un otoño de crisis que se acumulan, aflorarán también las divisiones en la coalición, que se escondieron bajo la alfombra de la campaña electoral. 

La crisis del centroizquierda

El centroizquierda tendrá que empezar esa refundación que ya pedían los militantes antes de que se conocieran los resultados. “Ánimo Enrico”, le decían los militantes este domingo a Enrico Letta, el líder del Partido Democrático, cuando muy temprano fue a votar en su colegio del céntrico barrio romano de Testaccio. Y, sin embargo, allí también, en una zona históricamente 'roja', los malhumores acumulados afloraban y no solo en forma de crítica. “Yo estoy enfadado con el PD, siempre voté a la izquierda. Tengo el primer carnet de cuando surgió el Partido Comunista Italiano. Pero estos ¿qué han hecho? Al final he decidido votar a Conte, que se encontró al Gobierno en un momento complicado y algo para los pobres lo hizo”, decía Ottavio, un jubilado de 85 años. “Yo trabajé 65 años de carnicero, y tengo una pensión digna, pero hay muchos aquí que viven con 400-450 euros”, comentaba expresando el sentir de muchos. También cuando hablaba de la desconfianza hacia esa moderación que la derecha trató de vender, dentro pero sobre todo fuera del país. “Yo espero que si ahora va Meloni al Gobierno hago algo para la gente que no llega a fin de mes. Pero el problema es que su partido está aún lleno de gente que cree en el fascismo. Yo no me creo este cambio. Y yo me acuerdo de los fascistas”.