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Lambán inicia la operación desmarque: "Mejor le hubiera ido a este país" sin Sánchez

Los barones del PSOE buscan acudir a las elecciones marcando perfil propio frente a Pedro Sánchez. Más o menos afines con el presidente del Gobierno y líder de su partido, la estrategia coincide en dejar las siglas en un segundo plano y poner en valor su autonomía, con una campaña centrada en su gestión y su propio liderazgo. Javier Lambán, que junto a Emiliano García-Page representa una de las voces más críticas, ha ido este miércoles un paso más allá para dejar claro a sus potenciales votantes que no coincide con la política de pactos del Ejecutivo central. El presidente del Gobierno de Aragón ha llegado a asegurar que "mejor le hubiera ido a este país" si el expresidente asturiano, Javier Fernández, hubiera sido el secretario general del PSOE en lugar de Pedro Sánchez.

Los barones del PSOE buscan acudir a las elecciones marcando perfil propio frente a Pedro Sánchez. Más o menos afines con el presidente del Gobierno y líder de su partido, la estrategia coincide en dejar las siglas en un segundo plano y poner en valor su autonomía, con una campaña centrada en su gestión y su propio liderazgo. Javier Lambán, que junto a Emiliano García-Page representa una de las voces más críticas, ha ido este miércoles un paso más allá para dejar claro a sus potenciales votantes que no coincide con la política de pactos del Ejecutivo central. El presidente del Gobierno de Aragón ha llegado a asegurar que "mejor le hubiera ido a este país" si el expresidente asturiano, Javier Fernández, hubiera sido el secretario general del PSOE en lugar de Pedro Sánchez.

Durante la clausura del acto El Estado de las autonomías: balance y mirada de futuro desde el ejercicio de la responsabilidad política, Lambán justificó que se descabalgase a Sánchez en el Comité Federal del 1 de octubre de 2016 porque este "entendía que era admisible la asociación para gobernar con nacionalistas e independentistas". Entonces se habría planteado la disyuntiva que no era meramente sobre un liderazgo, "sino dos maneras distintas de entender la manera de gobernar España, las alianzas políticas", según la intervención recogida por Europa Press. A escasos días de que Sánchez haya sacado adelante los terceros presupuestos de la legislatura reforzando la entente de investidura con partidos independentistas como ERC y EH Bildu, Lambán inicia la operación desmarque a seis meses de las elecciones.

Foto: Tomás Guitarte y Pedro Sánchez, en una imagen de archivo. (EFE/Pool/Mariscal)

Al afán por buscar la centralidad y presentarse a la reelección con un perfil moderado, se suma en las comunidades del interior un rechazo a la política de pactos de Sánchez con el independentismo. Lambán y Page ya lideraron las críticas a la reforma del delito de sedición, aunque más contenidas que respecto a los indultos. Ahora, Lambán ha dibujado el que será uno de sus principales marcos para la campaña electoral. Evitar asumir el coste electoral en su territorio de los acuerdos con formaciones independentistas y no contagiarse por el trasvase de votos del PSOE al PP que marcan los sondeos para las elecciones generales. Frente a ello. ha defendido el modelo de grandes acuerdos con el PP.

De ahí que pusiese en valor que durante gestora del PSOE, antes de que Pedro Sánchez volviese a conquistar la secretaría general, "Prevaleció la visión que representaba Javier [Fernández] y dio lugar a la investidura de Rajoy". "Cuando alguien dice que los pactos de PP y PSOE con altura de miras son imposibles, olvidan que fue perfectamente posible en esa investidura y que eso abrió un abanico de posibilidades con Javier de presidente de la gestora que pudo haber dado lugar a dinámicas bien interesantes". Lambán se ha mostrado orgulloso de que dentro del PSOE "me siento en minoría". Una situación, dijo, que "conllevo con la mayor dignidad posible".

Al contrario de lo que se defiende desde el Gobierno, el presidente Aragonés también ha puesto en cuestión que el conflicto con Cataluña se esté encauzando por la política de diálogo. "No se está solucionando" sino que lo que está pasando es que los nacionalistas "están tranquilos porque su hoja de ruta se va realizando". "Hemos asistido a cesiones a los nacionalistas, a una progresiva desconexión que solo hubieran evitado los grandes acuerdos entre PSOE y PP o con un partido, Cs, al que deseo de verdad que, de la manera que sea, recupere su presencia" en las Cortes Generales.

En los territorios, los socialistas coinciden en alentar una hoja de ruta de cara a las elecciones que huya de los sectarismos. Ni la posición de Podemos respecto a la ley del solo sí es sí, optando por una enmienda a la totalidad del sistema judicial (que no secundan el resto de actores de Unidas Podemos, con Yolanda Díaz a la cabeza), ni tampoco una revisión amplia del Código Penal forzada por los independentistas para rebajar las penas de malversación, favorecen su estrategia. Más bien la cuestionan.

El menos complaciente con las alianzas parlamentarias de Sánchez y los socios de coalición siempre ha sido el castellano-manchego Emiliano García-Page. No solo porque gobierna en solitario, al contrario que la mayoría de presidentes autonómicos socialistas, sino por la composición sociológica de sus potenciales votantes. Si Page ya calificó a Podemos como "un caballo de Troya dentro del Gobierno", más recientemente ha recriminado el ataque desde los ministerios morados a la judicatura: "La soberbia, también la soberbia ideológica, la que cava trincheras ideológicas por cualquier tema, no termina siendo la solución". No hay voces que alienten directamente una dimisión, pero sí una rectificación. En Moncloa, por el momento, optan por contemporizar con sus socios de coalición.

Los efectos en los tribunales de la ley del solo sí es sí ha abierto la espita dentro del partido. Si las posiciones fueron contenidas con respecto a la iniciativa del Gobierno de reformar el delito de sedición, se ha erigido un muro preventivo frente a la posibilidad de reducir también las penas por malversación. Una propuesta de ERC para facilitar la vuelta a la política institucional de los dirigentes sobre los que pesan penas de inhabilitación y que se ha abierto a estudiar el Ejecutivo. Dicha reforma provocaría, al igual que la ley Igualdad, una cascada de revisión de sentencias. En este caso, las relacionadas con corrupción.

Los barones están apostando de cara al diseño de la futura campaña en aligerar la dependencia de las siglas y el aparato para centrarse más en la gestión de sus ejecutivos y sus propios liderazgos. De ahí que la planificación de actos de Ferraz con el presidente del Gobierno y secretario general de los socialistas se esté orientando más en lo municipal que en lo autonómico. Tampoco está habiendo fotos conjuntas de los barones respaldando a Sánchez en actos de partido, como ocurrió en Sevilla coincidiendo con el 40 aniversario de las primeras elecciones que ganó el expresidente Felipe González.

Pedro Sánchez tiene una mayor dependencia en estos momentos de los barones que ellos de él. La próxima cita con las urnas son las autonómicas y municipales del 28 de mayo, cuyos resultados determinarán las posibilidades del presidente de revalidarse al frente de Moncloa se subordinan a conservar los gobiernos socialistas. Varios de ellos están cogidos con alfileres, según las encuestas, y la división a su izquierda no ayuda a aglutinar el voto progresista.