El año pasado aumentó el número de hogares ourensanos con tres o más hijos, según los registros de política social. Sin embargo, a pesar del optimismo de los datos, las familias destacan los obstáculos provocados por la inflación y las dificultades de ajuste
Contra todo pronóstico, el número de familias numerosas experimentó un modesto aumento en 2021, según los últimos datos facilitados por la Consejería de Política Social del estado. Así, el número de hogares con tres o más hijos aumenta en 146, hasta los 1.196, a pesar del importante descenso del número de nacimientos.
Las familias con tres hijos fueron las más comunes (308 en total), seguidas de las familias con dos hijos, uno de los cuales tenía una discapacidad del 33 % o más.
Las tendencias de Ourense no son exclusivas de esta comunidad. A Coruña sumó el año pasado 855 familias extensas (5.840 en total). Lugo aumenta en 197 (hasta los 1.222) y Pontevedra en 745 (ya tiene 5.803).
Inflación: 'Locura'
A pesar de los datos optimistas, los aumentos generales de precios en los últimos meses han puesto en riesgo a muchas familias numerosas. Estoy aquí. Rodrigo Cabada, orense y padre de tres hijos, señala con preocupación la subida de costes. "Antes los sueldos ya eran muy ajustados, y con este golpe es una locura. Vamos al supermercado prácticamente todos los días. Cualquier cosa que cueste 20 o 30 euros se duplicará, o casi duplicará. Es posible", dice. Por ejemplo, las marcas caucásicas son cada vez más caras. “Además, las subidas de precios también afectan a las vacaciones. "Agosto es un mes impensable para nosotros. Aprovecharé las ofertas para", añade.
Reconciliación: "¿Sí?"
El equilibrio entre el trabajo y la vida es otra preocupación importante, especialmente durante el verano. Annabelle Cortez, madre de tres hijos, señala la dificultad de compaginar la vida familiar y el trabajo. “El arbitraje es un invento, ¿existe? Porque no sabes dónde está”, dice. Una vez terminado el año escolar, la opción más viable es dejar a los niños con familiares y amigos. "Siempre pedí a mis abuelos y amigos que hicieran lo que pudiera... De hecho, incluso tuve que cambiar de trabajo porque ni siquiera me vestí durante el curso", dice.
Los niños Cortés aprovechan la oferta del campamento, pero su horario tampoco ayuda. “En el trabajo, si terminas una actividad en uno o dos, no estás listo. Acampar no es una opción para Kabada. Equilibre su horario de trabajo.
Ambas familias señalaron la importancia de tener una red de apoyo. "Siempre pido ayuda cuando tengo problemas y es bueno que me ayuden", dice Cortez.
