Dos años después de la pandemia, la noche de Vigo está de fiesta. Hay "perder el miedo a salir". El sector suele estar en un 'bajón' ya que los jóvenes optan por trasladarse a otros municipios como Baiona y Nigran, atraídos por los festivales de música y otros eventos, pero los hosteleros nocturnos me sorprenden. Por la acogida de los jóvenes en Vigo, el primer verano normal desde el estallido de la pandemia.
``Vigo está muy de moda. Es la primera vez que noto que está bajando'', subraya, y sobre todo, dos años después de que el sector se haya visto severamente estresado debido a las restricciones derivadas del COVID-19.
Por lo tanto, a medida que la competencia de festivales de verano se vuelve cada vez más frecuente en la parte sur del estado, la satisfacción crece en el sector de la vida nocturna. “Las discotecas y discotecas abren de dos a seis de la mañana”, explica Carlos Rodríguez. "Los jóvenes están saliendo más este año", señala el presidente de Apemer. Esto se debe a que las personas mayores de 35 años aún no han recuperado sus hábitos de gasto en la vida nocturna antes de la pandemia.
José Luis Asenjo afirma que este año ha sido un verano excepcional, pero otros representantes en el campo, como Rodríguez, miran más allá. . Octubre y fechas navideñas”, es decir, la “temporada alta” de la vida nocturna de la ciudad. Aunque las ventas de instalaciones aún no han alcanzado los niveles de 2019, el sector sigue siendo optimista.
Carrera contra la botella
Los usuarios del lugar de vida nocturna de este verano suelen ser los más jóvenes. 18 y 19 años. Como señala Carlos Rodríguez, "Eran una generación privada de la posibilidad de salir de noche a los 16 y 17 años por culpa de la pandemia, y tenían muchas ganas".
Por supuesto, los clubes nocturnos y discotecas tienen que competir con botellas, como todos los años. A pesar de que es ilegal, los empresarios nocturnos lo acusan de aumentar en los últimos meses y no pueden explicar por qué las fuerzas de seguridad no están haciendo más para evitarlo: “Durante la pandemia lo estaban monitoreando, pero ahora se han dado cuenta de que es de nuevo", dice el presidente de Apemer.
Colas de más de 2 horas para entrar en el recinto
Si el ambiente de los locales de ocio nocturno de Vigo ya estaba muy concurrido en este día de verano,la vida nocturna de Vigo ha duplicado su afluencia con la fiesta urbana de este fin de semana O MarisquiñoAnoche, algunas discotecas registraron colas de más de dos horas para entrar. Las fiestas continuaron durante la mañana, especialmente en discotecas y pubs que ofrecieron afters para los asistentes a O Marisquiño. El ambiente se agudiza tras el Reggaeton Beach Festival en Nigran, que atrae a miles de jóvenes vigueses.
El aumento de las fiestas ilegales en verano preocupa a la industria
La competencia desleal en el sector del ocio nocturno, en particular debido a las fiestas ilegales, es una denuncia histórica de los empresarios nocturnos que denuncian a los "multimillonarios". "Las pérdidas de este fenómeno están teniendo un impacto incluso en el verano de este año.
"Cualquier bar o cafetería puede albergar una velada como un club nocturno, pero desde la pandemia esto ha empeorado. dijo Carlos Rodríguez, presidente de Apemer. Se han duplicado las inspecciones obligatorias para evitar este tipo de intervención laboral. "Muchos lugares trataron de cubrir nuestro mercado haciendo fiestas cuando estábamos cerrados, y ahora están tratando de mantenerlo. He visto fiestas secretas organizadas porque hay muchos establecimientos cerrados y muchos dueños. desesperados por alquilarlos", dice Fesdiga (lugares de fiesta y discotecas). Asociación de Asociaciones del Estado) Samuel Posada, presidente de la "Tenemos que pagar impuestos, cumplir con todos los trámites legales y gastar dinero para renovar las instalaciones. Endeudarse con otra actividad que no existe, u organizar fiestas ilegales, no existe tal cosa", explica Posada, y agrega que este fenómeno provoca que el sector pérdidas de decenas de millones de euros cada año.
También señaló quedebido a la falta de inversión en seguridad de las instalaciones y, al parecer, a la falta de seguros para cubrir accidentes.
