El presidente del Gobierno Pedro Sánchezse fue de vacaciones esta semana para ajustar casi todos los equipos. El PSOE cambió de rumbo, sustituyendo a los portavoces de los grupos socialistas, realineando las competencias de dos ministros (Ministerio de Hacienda y Ministerio de Educación), revisando los equipos más próximos, y ampliando aún más el Gabinete de la Moncloa.
Aparentemente ya se cerró todo, pero sin embargo el gobierno todavía tiene dudas sobre la posibilidad de introducir cambios en el poder ejecutivo antes de fin de año. Se trata de solucionar algunos "malfuncionamientos" por errores de diseño en el equipo formado.
Esto se debe a que algunos ministros comparten sus dudas sobre la viabilidad de la ministra de HaciendaMaría Jesús Montero.Comparte el cargo con el Vicedirector del PSOE y Ministro de Educación. Pilar Alegríatambién es portavoz del partido.
En este segundo caso, la actividad como ministro exige un cierto estatus institucional, y por tanto, especialmente en educación, la necesidad de negociar y pactar con comunidades autónomas de otra manifestación política.
Ya en la primera semana del ejercicio, Alegría tuvo que discutir la reforma de la Selectividad con la comunidad del PP, mientras que al mismo tiempo ejercía la marca política y los opositores del líder opositor Alberto. Núñez Feige
[Sánchez fusiona Gobierno y PSOE en nuevo organigrama de las urnas]
La agenda complica mucho la tarea ya que te obliga a dividir tu tiempo entre ambas posiciones. Los voceros de los partidos requieren que sean plenamente conscientes del momento y las consecuencias del clima político actual.
Por ejemplo, el Ministro de Educación fue entrevistado en Onda Cero el lunes y la mayor parte de la conversación se dedicó a la deflación en el IRPF del País Vasco. Este es un problema que requiere cierta especialización.
Asimismo, el día 1 de su primer día en su nuevo cargo, se apresuró al Consejo de Ministros a celebrar una rueda de prensa en la sede socialista de Feraz para responder a la salida del PP.
En cuanto a Montero, su segundo nombramiento en el PSOE la convierte en una suerte de vicepresidenta cuarta, en su caso vicepresidenta política, y dirige el Ministerio de Economía.
Candidatura
Ya era portavoz del gobierno y Ministra de Hacienda. El propio Sánchez la relevó de la función de informar sobre la actividad del poder ejecutivo. Ahora, como vicesecretaria, vuelve al momento en que tenía que estar atenta al funcionamiento del partido y al mismo tiempo opinar sobre todo tipo de temas políticos ajenos a sus ministros.El departamento es uno de los más sensibles. y hasta fin de año tiene que concentrarse en la delicada tarea de preparar el presupuesto de 2023.
El Gobierno también tiene algunas reservas sobre la dualidad entre Hacienda y dirección del PSOE.
Otra pregunta se refiere a la posibilidad de que algunos miembros del poder ejecutivo puedan ser gobiernos locales y candidatos locales. Mikel Iseta se habla como candidato al Ayuntamiento de Barcelona, entre otras opciones. O siAlfonso Fernández Manuecollamó al resto de municipios para intentar deshacerse de Vox,Reyes Marotoa Castilla y León.
Es mucho menos probable que las medidas de ahorro que el presidente del Gobierno deberá aprobar en septiembre impliquen algún gesto de reducción de la estructura del poder ejecutivo.
En una rueda de prensa para equilibrar la línea política, Sánchez preguntó: "¿Usted va a terminar el parlamento con el mismo equipo de gobierno o prevé un cambio en septiembre para el inicio de la línea política?". tomado. Su respuesta fue sencilla: “Estoy muy complacido, muy satisfecho y agradecido por el trabajo que está realizando mi Consejo de Ministros”.
En las últimas semanas, Sánchez ha intensificado significativamente su desempeño en Moncloa, convirtiéndolo en un equipo casi de campaña.
Las campañas del PSOE en Madrid, Castilla y León y Andalucía ya habían sido dirigidas por su gabinete, y ahora Sánchez busca transformar la institución pública en un comité de campaña socialista. Hemos reforzado aún más nuestros grandes equipos en el pasado
