Hace casi un cuarto de siglo, Alejandro Mancuso desafió los parámetros de Descartes y forjó de manera brillante un acto seguro de vincular lo efímero con la eternidad de las líneas del tiempo. Su paso por Badajoz fue breve e intenso.
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En el césped de la nueva guardería antes de la entrevista padre e hijo. / Jose Vicente Arnelas
Primera RFEF