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Meloni retrasa su voto hasta las 22h en medio de un leve descenso de la participación en Italia

El primer dato de participación en Italia no apunta a una gran movilización. El escrutinio desvelado por el Ministerio del Interio ra las 12.00 horas muestra que la afluencia de votantes en los colegios se ha situado en el 19,21%. Es decir, tres décimas menos que en las últimas elecciones generales de 2018. Entonces, a esa misma hora se llegó al 19,51% de italianos que habían ido a votar. Unos datos que llegan tras el sorprendente anuncio de la gran favorita, Georgia Meloni, de que va a retrasar su visita al colegio electoral para votar hasta las diez de la noche. Algo que justifica con el gran número de fotógrafos que la esperan.

Este movimiento de la líder de Hermanos de Italia ha coincidido con esos datos de participación. Este es el primero de los tres previstos por las autoridades italianas, que también ofrecerán. Las regiones de Emilia-Romagna, Frilu-Venezia, Liguria, Lombardía, Toscana o Veneto son algunas de las que han superado el 20% de participación a las 12h.

La participación en las elecciones generales italianas de 2018 alcanzó el 72,94%, una cifra relativamente alta. En España, la participación se quedó en el 69,87% en las elecciones de noviembre de 2019.

Junto a los datos de participación, otro de los atractivos de las primeras horas de la jornada electoral es la del voto del gran favorito. Un evento que Giorgia Meloni ha retrasado a las diez de la noche, una hora que es inédita para un candidato en unas elecciones. Sobre todo, si se trata del que tiene más opciones de ser primer ministro. 

Por el momento, varios de sus rivales sí han votado. En la capital italiana lo ha hecho el líder del Partido Demócrata (PD), Enrico Letta, y el centrista Carlo Calenda, al frente de Acción, una formación que acude a los comicios aliada con Italia Viva, de Matteo Renzi. Aun se espera que lo haga el exprimer ministro Giuseppe Conte, del Movimiento 5 Estrellas. Otro de los que ya ha depositado su voto en la urna es Matteo Salvini, de la Liga, que en este caso es uno de los aliados de Meloni.

De estas elecciones legislativas saldrá el gobierno que sustituirá al de unidad nacional de Mario Draghi que ha dirigido Italia desde febrero de 2021 hasta su caída este verano. La falta de apoyos provocó el adelanto electoral un año antes de tiempo (en Italia, las elecciones son cada cinco años).

La unidad de la coalición de centroderecha que lidera Giorgia Meloni desde el extremo derecho le da una ventaja en el sistema electoral italiano respecto a los partidos de centroizquierda, que se presentan por separado en varias opciones. El bloque conservador se ofrece como una elección nítida: acude a los comicios en una lista unida formada por los Hermanos de Italia de Meloni (la que lidera la intención de voto en los sondos previos), la Liga de Matteo Salvini, la Forza Italia de Silvio Berlusconi y los minoritarios Nosotros los Moderados de Maurizio Lupi. 

Por el centroizquierda, en cambio, hay más posibilidades, lo que dispersa el voto. Hay una coalición principal de cuatro partidos liderada por el Partido Democratico-Italia Democrática y Progresista del ex primer ministro Enrico Letta, en la que participan también los más pequeños Alianza Verdes e Izquierda, +Europa de Emma Bonino y el Compromiso Cívico-Centro Democrático de Luigi di Maio, el ministro de Exteriores en funciones que creó este nuevo partido en verano tras abandonar el Movimiento Cinco Estrellas, del que fue jefe hasta 2020. 

Además de esta coalición principal, el votante potencial de centroizquierda tiene en la papeleta al menos otras dos opciones destacadas. Una es la del Movimiento Cinco Estrellas de Giuseppe Conte, que fue primer ministro entre 2018 y febrero de 2021, cuando los partidos principales eligieron a Mario Draghi, el director del Banco Central Europeo, para presidir un ejecutivo de consenso, roto este verano.

La otra candidatura es la de los unión de los centristas Acción-Italia Viva-Calenda, que encabezan el antiguo primer ministro Matteo Renzi (abandonó el Partido Democrático para crear Italia Viva) y Carlo Calenda, este último partidario de un nuevo gobierno de concentración nacional como el de Draghi. 

De esta manera, mientras que el voto de centroderecha se concentra en una coalición, el centroizquierda acude a las urnas repartida en al menos tres opciones.