El Expediente de Legislación de Protección Temporal de Empleo (ERTE) es una de las herramientas clave que han utilizado las empresas para superar el paro vivido por la mayoría de los sectores empresariales en algún momento de la epidemia. El 31 de marzo del año pasado fue el último día de existencia de estos ERTEs vinculados a la covid y se mantendrá la normativa establecida en las últimas reformas laborales. Desde que esto ocurrió, el número de trabajadores ourensanos que seguían acogidos a esta medida descendió un 92% desde los 603 de marzo hasta los 49 registrados en mayo del mes pasado, según los datos oficiales facilitados por la Seguridad Social.
Esta es la mayor reducción experimentada en todo el país. En otros estados, proporcionalmente más trabajadores permanecen bajo el paraguas de ERTE en la nueva modalidad . El descenso más cercano a Ourense se produjo en Zamora, donde cerca del 90% de los empleados en esta situación abandonaron Zamora bien porque regresaron a su puesto habitual o bien porque terminaron su relación contractual con la empresa en cuestión. Lleida (89%) y Murcia (83%).
Absolutamente, Ourense es el quinto estado del país y tiene el número más bajo de trabajadores ERTE con 49. Huesca (23), Samora (26), Soria (38), Teruel (41) solamente) En esta situación hay menos asalariados.
Un ejemplo extremo de lo contrario es Cuenca, donde el 45% de los trabajadores afectados por ERTE lograron salir en marzo. Le siguen Navarra (47%), Burgos (53%) y Gipuzkoa (61%).
En el caso de Ourense, el peso de esta medida alcanzó su máximo en abril de 2020, con un total de 18.742 trabajadores percibiendo al menos una parte de su salario a través de esta modalidad. Este número ha ido disminuyendo hasta el día de hoy, registrando una disminución significativa desde el verano de hace dos años.
Actualmente, la mayoría de los trabajadores restantes en ERTE del estado pertenecen al sector "Agencias de viajes, tour operadores, servicios de reserva y actividades afines", representando el 20%. La segunda actividad más importante son los servicios de alojamiento, con un 10% agrupados. Con un 8%, varios sectores están emergiendo, incluyendo la fabricación de bebidas, la industria química, la actividad legal y el comercio tanto al por mayor como al por menor.
Cuando estalló la pandemia, los sectores más afectados por los ERTE en el estado fueron los servicios de alimentación y bebidas y el comercio minorista. En términos de género, se registraron números bastante equilibrados en el estado, con un 51% de hombres y un 49% de mujeres. Durante este periodo, el 93% sufrió un cese total de actividad.
