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Sánchez reta a Podemos a presentar su propuesta para corregir la ley Montero y dejar el "ruido"

Pedro Sánchez asume las riendas del choque con sus socios de coalición por la reforma de la ley del solo sí es sí. Según ha adelantado la agencia EFE, el presidente del Gobierno ha retado a sus socios a poner sobre la mesa su propuesta para corregir la norma de cara a evitar las revisiones de condenas a agresores sexuales que ya superan el medio millar. En conversación informal con los periodistas desde Viena, donde se encuentra de viaje oficial, Sánchez ha lamentado el "ruido" que estarían provocando sus socios. El jefe del Ejecutivo se alinea con las posiciones que vienen trasladando desde la dirección del PSOE sobre esta crisis, acusando a sus socios de no querer reformar la ley y de estar sobreactuando para marcar distancias por el contexto preelectoral. Pese a hacerse cargo y ratificar este hartazgo que desde las filas socialistas manifiestan sobre Podemos, Sánchez ha vuelto a negar que tenga intención de romper la coalición y que los morados le han trasladado las mismas intenciones de mantenerse dentro del Gobierno.

Pedro Sánchez asume las riendas del choque con sus socios de coalición por la reforma de la ley del solo sí es sí. Según ha adelantado la agencia EFE, el presidente del Gobierno ha retado a sus socios a poner sobre la mesa su propuesta para corregir la norma de cara a evitar las revisiones de condenas a agresores sexuales que ya superan el medio millar. En conversación informal con los periodistas desde Viena, donde se encuentra de viaje oficial, Sánchez ha lamentado el "ruido" que estarían provocando sus socios. El jefe del Ejecutivo se alinea con las posiciones que vienen trasladando desde la dirección del PSOE sobre esta crisis, acusando a sus socios de no querer reformar la ley y de estar sobreactuando para marcar distancias por el contexto preelectoral. Pese a hacerse cargo y ratificar este hartazgo que desde las filas socialistas manifiestan sobre Podemos, Sánchez ha vuelto a negar que tenga intención de romper la coalición y que los morados le han trasladado las mismas intenciones de mantenerse dentro del Gobierno.

La remodelación del Gobierno prevista para sustituir a las titulares de Industria y Sanidad, Reyes Maroto y Carolina Darias, respectivamente, por sus candidaturas a las alcaldías de Madrid y Las Palmas, será "puntual". Se limitará, por tanto, remodelar ambos departamentos y se realizará durante el mes de marzo, antes del inicio de la campaña electoral.

La titular de Igualdad, Irene Montero, ha respondido desde los pasillos del Congreso que su formación ha realizado ya diferentes propuestas, con el objetivo de mantener el consentimiento en el centro de la norma. Los socialistas, sin embargo, aseguran que su propuesta no toca el artículo de la ley referente al consentimiento y aseguran que la violencia y la intimidación, que incluyen como subtipo delictivo para ampliar las horquillas penales y evitar rebajas, siempre se tiene que demostrar, incluso en las propuestas remitidas por sus socios. Es por ello que deslizan que los morados no quieran hacer públicas sus propuestas, que además consideran insolventes técnicamente y que dejarían demasiado margen de interpretación a los jueces sin lograr corregir el problema de la actual norma.

Como ya venían trasladando durante los últimos días desde la parte socialista del Gobierno, Sánchez no se cierra a tener que contar con los votos del PP para sacar adelante esta reforma. Según ha recalcado en las declaraciones recogidas por EFE, lo prioritario es corregir la norma. Más importante que el con quién se haga. El objetivo prioritario de la Moncloa es taponar la polémica por las rebajas de penas a agresores sexuales. El aislamiento al que se está viendo sometido el PSOE con su reforma tras el desacuerdo con el Ministerio de Igualdad, que ha atraido a ERC y Bildu a sus postulados, evitando acelerar la tramitación de la reforma, ha provocado que se intente sacar del foco de qué grupos provendrán los números, para poner en valor la necesidad de corregir la norma con la mayor premura posible.

Desde la parte socialista del Gobierno aseguran que no retirarán su propuesta de reforma para facilitar las negociaciones, como exigen los morados para sentarse a buscar un acuerdo, y al mismo tiempo reconocen que "el debate es circular", al haber entrado en un "callejón sin salida". En Podemos, también aseguran que no darán marcha atrás en sus posiciones, al considerar que la iniciativa, tal y como está redactada, no preserva en el centro el consentimiento de las víctimas, al introducir el subtipo de violencia e intimidación. Y ya dan por hecho que los socialistas recurrirán al apoyo del PP, como este martes en la Mesa del Congreso, para aprobar su iniciativa.

El PSOE confía como mal menor en que, finalmente, sus socios de coalición se acaben absteniendo en su reforma de la ley del solo sí es sí. La abstención de Unidas Podemos no colmaría el objetivo de los socialistas de no tener que depender del PP, pero suavizaría las consecuencias del choque dentro de la coalición. Al mismo tiempo, evitaría el voto en contra de otros socios parlamentarios que, como EH Bildu y ERC, han avanzado que solo apoyarán una reforma que cuente con el aval del departamento de Igualdad, encabezado por la dirigente de Podemos, Irene Montero. Otros dirigentes de Unidas Podemos no contemplan, a día de hoy, esa abstención.

Los distintos actores del espacio de Unidas Podemos han pactado mantener la unidad de voto en la reforma de la ley del solo sí es sí, impulsada por el PSOE para paliar la alarma social por la revisión de sentencias a agresores sexuales. Yolanda Dïaz ha constatado tras varias reuniones las dificultades para forzar un cambio de posición en Igualdad, que se opone frontalmente a la iniciativa del PSOE, y tras ello ha priorizado el acuerdo dentro de su espacio a un acuerdo con sus socios de gobierno.

Como apuntan fuentes de su entorno, sabe "cuándo hay que aflojar y cuándo no", dando a entender que asume la línea marcada por los morados. Esta decisión de preservar la unidad de voto se está traduciendo por el momento en una abstención de Unidas Podemos que, si bien no permite a los socialistas dejar de depender del PP para sacar la reforma adelante, simbólicamente suaviza la crisis en la coalición.