La carrera Vigo Contra el Cáncer superó los 2.000 participantes anotados a falta de cuatro días para el cierre de las inscripciones, cuyo máximo está lejos, en 5.000 personas
Es un pequeño grano de arena en la inmensidad del desierto, una gota de agua en la botella o una pequeña planta en la selva, pero es necesario para llegar a la totalidad, que, en este caso, es la investigación contra el cáncer. “Desde que yo tuve la enfermedad, la medicina ha avanzado mucho y no hace tanto que pasé por ello”, explica Ester Fernández, que pasó por un cáncer de mama entre 2014 y 2016. Por este motivo, estará el domingo 16 de octubre en Coia para cubrir la distancia corta, los 5 kilómetros, de la Vigo Contra el Cáncer. “Para mí, ya es un día de celebración. Hay que estar allí y ayudar”, matiza.
Hasta el momento, el número de anotados en la cita está en las 2.000 personas. Una cantidad alta para una carrera popular, pero que parece escasa para un evento que alcanzó las 5.000 personas en las dos últimas ediciones antes de la pandemia del covid. La cifra límite para el presente año y que desean cubrir desde la organización. El día límite para anotarse (magmasports.es) es este domingo.
Son los números globales, pero en lo individual son muchas las motivaciones que existen para estar en Coia a la carrera o simplemente caminando. “Voy a correr. Cuando Rosa Soliño me habló de hacer esta carrera, me pareció una gran labor. Yo siempre estuve ahí aportando mi granito de arena, tanto corriendo como en otras labores. Desde la primera edición y en 2022 voy a correr”, explica un auténtico veterano en esta cita, Luis López. En su caso, también pasó por el infierno del cáncer. “Lo pasé en el 2000. Tuve un tumor en la cabeza. Al principio lo pasé mal e, incluso, el médico que dijo que era una cosa rara. Pero tuve suerte porque me lo extirparon y hasta hoy. Pero te queda ahí el tema de que te puede surgir otra vez. Siempre estás un poco tocado en ese aspecto. No lo comentas con nadie, pero siempre estás ahí pendiente”, describe con claridad.
Por ello, tiene claro a sus 71 años que “tuve suerte, hay que colaborar, que es un tema serio”, indica el deportista. Estará en la salida un año más de la Vigo Contra el Cáncer. Un auténtico asiduo.
También lo es Ester Fernández. Nunca hizo deporte y, en la actualidad, se limita a un simple “mantenimiento”. Pero estará en la salida de la marcha de cinco kilómetros porque “vamos en familia. En el momento de comentárselo a mis hijos resultó muy difícil. Por suerte lo pasé y este año ya estaban atentos ellos para participar”, describe.
Al igual que otras muchas mujeres, “me detectaron el de mama en 2014. Ahí fue cuando se me descubrió y estuve dos años entre operaciones y tratamientos. Por suerte, estoy totalmente recuperada. Y con el recuerdo importante de todo lo que fue, con ciertas secuelas, pero a nivel profesional, familiar y personal, totalmente olvidado”, describe Ester Fernández.
A nivel deportivo, en 2015 y en pleno proceso de lucha contra el cáncer, fue su primera presencia en las calles de Coia para formar parte del evento. “Todavía estaba en tratamiento. Se me hizo duro, pero fue una experiencia importante de decir: estoy aquí y vamos a salir. Me sentía como más protagonista. Ahora lo veo como algo pasado, pero con un recuerdo”, describe con claridad. Al igual que otras muchas personas antes de pasar por un cáncer, admite que “lo veía como algo lejano. Conocía la asociación, pero como otras”. Eso sí, después, “profundicé más en el trabajo de Vigo Contra el Cáncer y es algo fundamental”, admite.
Ester Fernández destaca la relevancia de la Vigo Contra el Cáncer por dos aspectos. El primero es puramente solidario, ya que se recaudan fondos para un proyecto científico. “A nivel económico, parece que no, pero es muy necesario. Desde que yo estuve mal hasta ahora, los avances que existen a nivel médico son impresionantes y no pasó tanto tiempo. Menos de diez años. Hay muchos avances”, admite.
El segundo aspecto de relevancia tiene más que ver con lo personal y sentimental. “Es un acontecimiento que te encuentras a gente que sabes que pasó lo mismo. Puedes ver a gente que te ayudó en aquellos momentos y otros a los que ayudar tú. Siempre a nivel psicológico, que es al que puedes ayudar. Es decir: lo pasamos. En el momento te planteas muchas cosas y, en la actualidad, te olvidas de esa situación. Hay otra gente que no, que no tiene esa suerte, porque queda con secuelas”, describe con claridad Ester Fernández para explicar que la Vigo Contra el Cáncer es una carrera y marcha solidaria, pero va mucho más allá.
