El Velle mantuvo el pleno de victorias después de superar, en un partido tenso dentro y fuera del campo, a un Monterrei que terminó jugando con nueve
El Velle construye su nuevo proyecto en base a victorias como la obtenida ayer ante el Monterrei por 2-0, que le permite mantenerse sólido en la cima de la clasificación. No fue un triunfo fácil, pero supo golpear en el momento oportuno ante un rival que no estuvo de acuerdo con las decisiones arbitrales, algo que le llevó a quedarse con dos jugadores menos en medio de un clima tenso que, por fortuna, no trajo consecuencias posteriores.
Fue un primer tiempo intenso y con fricciones, con dos equipos intentando presionar en la salida del balón, pero poco claros a la hora de atacar. Los locales perdían prematuramente a Jorge, algo que no rompió la estructura del medio campo del equipo de Peluso ya que la entrada de Meji le aportó veteranía y carácter. Aun así el Monterrei inquietó cada vez que buscaba a la contra la potencia y velocidad de Grego, aunque no le era suficiente. Sus oportunidades se limitaron a disparos lejanos o, en el cierre de los 45 minutos iniciales, probando fortuna con faltas directas de Saúl que encontraron muy atento a Valencia.
El Velle lo buscó con Adrián Blanco y Benito, aunque el único tiro entre los tres palos de este último jugador no puso en apuros al meta Torque.
El panorama en la segunda mitad experimentó un cambio importante, ya que el Velle fue el encargado de ponerse por delante en el marcador. Una jugada que comenzó en tres cuartos de campo donde Hugo estuvo muy fino gestando la acción, con una notable y milimétrica asistencia para dejar a Benito de cara a la portería, resolviendo con gran frialdad para poner el 1-0.
Este gol aumentó la confianza en los locales, que pasaron a sentirse más seguros respondiendo con firmeza a nivel defensivo. Y todos estos argumentos se reforzaron aún más cuando llegó el 2-0. Valencia golpeó en largo una falta indirecta que dentro del área controló con el hombro Raúl Diniz que, a pesar de las posteriores protestas de los visitantes, definió con un disparo potente imposible de parar para el cancerbero visitante.
Con el marcador adverso el Monterrei tenía que remar contra la corriente, pero perdería a su primer jugador, Saúl, por doble amonestación. La cuesta se ponía más empinada para recortar distancias. El Velle supo aprovechar esa ventaja numérica y no renunció a ir a por más, mientras que su rival, donde minutos más tarde su entrenador vio la tarjeta roja, se desesperaba al sentirse perjudicado por las decisiones arbitrales. El clima tenso del partido también se vivió en la grada y de alguna manera se reflejaba en el terreno de juego.
Hugo tuvo la ocasión para macar el tercer gol, pero su remate fue despejado con los pies por Torque.
Con más orgullo que ideas los visitantes no renunciaron al ataque y tuvieron una ocasión cerca del descuento, pero Valencia la solventó con una gran estirada. El guardameta más tarde despejó un cabezazo de Boán.
En el tiempo de descuento, con casi 12 minutos, y en una falta favorable al Monterrei, el portero visitante Torque se enfadó por la entrada de Oussama, dándole un empujón que acabó con su expulsion, terminando el encuentro con nueve efectivos sobre el campo.
A esta altura ciertos sectores de la grada habían entrado en ebullición, pero la cosa no fue a mayores. Con ocho minutos consumidos del tiempo añadido, el Velle dispuso de una última oportunidad para redondear la victoria. Con Quintas ya sin opciones, el remate de Hugo fue salvado sobre la misma línea por Sandro.
El ambiente recuperó la calma con el pitido final del colegiado. El Velle logró tres de tres y dejó al Monterrei abatido y enfadado.
