Balsas de agua en la avenida de Salamanca, a la altura del puente de Hispanoamérica. / Carlos Espeso
La tormenta, que dejó 9,2 litros , generó balsas en arterias como la avenida de Gijón o Juan Carlos I y complicó la circulación
El anuncio de tormentas, en la jornada más fría de los últimos meses, no se equivocó y pasadas las cuatro de la tarde una tromba de agua descargó con fuerza sobre una ciudad más que necesitada de precipitaciones. El aguacero dejó 9,2 litros por metro cuadrado en apenas media hora, una cantidad que supera a la recogida en todo el resto del mes de septiembre, en el que hasta este jueves tan solo habían caído 8 litros.
La tromba repentina generó balsas de agua y complicó temporalmente la circulación en algunas de las principales arterias de la capital, como las avenidas de Salamanca y de Burgos o el paseo de Juan Carlos I, donde tuvieron que intervenir distintas dotaciones de Bomberos y operarios de Aquavall para levantar arquetas y facilitar el desagüe. «Han sido problemas puntuales, sin que se hayan producido cortes importantes o grandes incidencias», han coincidido en señalar fuentes de la Policía Local y del Servicio de Extinción de Incendios.
Balsa de agua en la plaza de San Bartolomé, al borde de la avenida de Burgos. / El norte
La primera tormenta del otoño dejó esos 9,2 litros por metro cuadrados en un intervalo de apenas media hora, entre las cuatro y las cinco de la tarde, una cantidad inédita en una sola jornada en la ciudad, que no veía tanta lluvia desde el 4 de junio. Septiembre, pese a todo, concluirá salvo sorpresa de última hora, y no se prevé, con déficit de precipitaciones, al igual que ocurrió en junio, julio y agosto. Por ahora han sido 17,2 litros los recogidos en lo que va de mes, cuando lo habitual son 29,4 (12,2 menos). El déficit hídrico del año ronda aún el cuarenta por ciento.
El mercurio ascenderá de manera paulatina a partir del fin de semana sin más lluvias a la vista
Las previsiones apuntan a que no lloverá más en los próximos días, cuando se esperá la llegada de un retrasado veranillo de San Miguel(la festividad se celebra precisamente este 29 de septiembre), con un ascenso paulatino de las temperaturas durante el fin de semana, que podrían rozar los treinta grados a partir del lunes. Este viernes, por ahora, el mercurio se mantendrá en torno a los veinte. El jueves apenas ha superado los diecisiete.
