La primera promoción salida hace 40 años celebró un encuentro en el que se juntaron los voluntarios de la provincia
Han pasado cuarenta años desde que salió la primera promoción de guardia civiles auxiliares, una figura ya desaparecida y que surge en el año 1982 para cubrir las necesidades de agentes de la Guardia Civil. Fueron unos 2.000 jóvenes que cambiaron el entonces tradicional servicio militar por enfundar el uniforme de la Benemérita.
De la provincia de Pontevedra “salimos un grupo de chavales de 18 años que hoy en día seguimos reuniéndonos”, explica Javier Abad, que dejó la institución tras cumplir con el tiempo reglamentario, pero que mantiene estrechos lazos de amistad y camaradería con aquellos con los que compartió una formación que recuerda “durísima y muy completa. Nuestros instructores eran agentes de los Grupos de Acción Rápida (GAR), creados para la lucha antiterrorista y considerada como una de las unidades de élite. Éramos algo muy novedoso, por lo que vinieron televisiones de toda Europa a hacernos reportajes”.
El tema central de las reuniones que celebran periódicamente “son las típicas batallitas de la mili”, explica Javier, que asegura que las vivencias compartidas por todos ellos “es algo bonito que te queda y que te gusta recordar”, añadiendo que “la formación que recibimos nos ha dejado muy marcado lo que es la disciplina y los valores a la hora de enfrentar el día a día”. A diferencia de Javier, José siguió en la Guardia Civil y asegura que el trato recibido en los diferentes destinos durante el año y medio como agente auxiliar, le decidieron a vestir el uniforme de forma permanente. “Siempre íbamos acompañados de un guardia profesional, lo que hacía que hubiese en un primer momento un poco de recelo, pero se superó y fuimos acogidos muy bien. Fue una relación que se mantuvo y que en mi caso me animó a seguir”, explica con el mismo entusiasmo que hace cuatro décadas le llevó a integrar esta primera promoción.
