Poco a poco pero constante. El cubo de desencuentro entre Yolanda Díaz y Podemos sigue acumulando depósito. Lo último ha sucedido esta semana cuando el portavoz en el Congreso, Pablo Echenique, reconoció que no había habido comunicación previa sobre el impuesto a las "grandes fortunas", anunciado por María Jesús Montero. "No que yo sepa", afirmaba como coletilla.
Sin embargo, en el entorno de la vicepresidenta segunda afirman que la propuesta estaba en la negociación de los Presupuestos desde el verano. En esa mesa se sienta la mano derecha de Yolanda Díaz, Josep Vendrell. También está el portavoz económico de Unidas Podemos, Nacho Álvarez, que tiene interlocución directa con Ione Belarra.
No es la primera vez que Echenique reconoce que se entera por la prensa de alguno de los anuncios del Gobierno. Hace unas semanas, volvió a evidenciarlo con la bajada del IVA del gas al 5%. Ahora, con los Presupuestos vuelve a pasar lo mismo pese a que los negociadores de Díaz y Podemos están tratando de lograr una rebaja del IVA de los productos de higiene femenina o poner un 15% de sociedades a las multinacionales.
Sin "solidaridad" con Irene Montero
Las tensiones entre los distintos ministros de Unidas Podemos han vuelto a evidenciarse esta semana a cuenta de unas frases de Irene Montero sobre la educación sexual de los niños. Tras el anuncio de Vox, afirmando que la llevaría al Supremo, la ministra de Igualdad salió a hablar de "campaña de extrema derecha". Algunos socialistas, como el director de Comunicación del PSOE, se solidarizaron con Montero.
Dentro de las filas de Unidas Podemos, sólo la ministra de Igualdad, Ione Belarra, puso un tuit. Tanto Díaz, que lleva meses sin hablarse con Pablo Iglesias, como Alberto Garzón optaron por el silencio, algo que no ha sentado bien en las filas moradas.
La campaña de acoso y mentiras en redes y medios de comunicación de la derecha contra @IreneMontero es de lo más ruin que he visto en estos años. A la ultraderecha sólo le queda esto para oponerse al consenso social. Nuestros niños/as tienen derecho a educación afectiva-sexual.
— Ione Belarra (@ionebelarra) September 23, 2022
Díaz se desentiende de las autonómicas
La vicepresidenta segunda sigue en su proceso "de escucha" pero aplazando su decisión de presentarse. Esta semana, tras lanzar el comité de "sabios" (entre los que se encuentran varios nombres próximos al PSOE) que harán las propuestas programáticas, afirmaba que pospondrá a febrero el anuncio de si encabeza la candidatura de "Sumar".
Su más que probable resolución afirmativa se producirá a sólo tres meses de las autonómicas y municipales en las que el partido de color rosa no se presentará. En su entorno matizan que su participación en esa campaña será mínima, o inexistente, ya que ella sólo encabezará las papeletas en las generales.
A vueltas con las siglas
En los últimos días, ha surgido una polémica sobre si hay que enterrar las siglas de Unidas Podemos. Fuentes moradas afirman que, tras el fiasco andaluz donde se presentaron agrupados bajo el nombre de "Por Andalucía", no volverán a prescindir en unas elecciones autonómicas de la palabra "Podemos" para no confundir a sus electores. La idea es presentarse con las siglas "IU-Podemos" en la mayoría de los sitios, salvo en aquellos donde tienen una marca consolidada (Comunes en Cataluña, Elkarrin-Podemos en el País Vasco o Leganemos en Leganés).
En Izquierda Unida creen que no ha sido acierto disolverse dentro de "Unidas Podemos" y quieren apostar por recuperar su marca en las autonómicas y municipales, dada su mayor implantación territorial, aunque vayan en coalición con los morados. Sólo hay una excepción: las generales. Ahí, es Yolanda Díaz la que marcará tendencia y la que, si decide presentarse, imponga la palabra "sumar", si es que, para entonces, siguen "sumando" juntos.
