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Iguazú | AYVÚ, un emprendimiento gastronómico cultural exclusivo, basado en personajes mitológicos y sabores de la tierra guaraní

Con una ambientación inspirada en las leyendas, AYVÚ (creación en lengua guaraní) es el primer restaurante temático de la provincia basado en la mitología guaraní. Abrió sus puertas hace pocas semanas en la ciudad de Puerto Iguazú, sobre Av. Inmigrante y San Pedro, a pocos metros de «La Aripuca».

La diferencia es que el emprendimiento gastronómico y cultural, está basado en la historia y la recreación de la mitología guaraní, que con mucho respeto buscan poner en valor a través de la gastronomía, con tragos y platos exclusivos que llevan a redescubrir los exquisitos sabores de productos regionales y naturales, en la manera que consumían los pueblos ancestrales.

La carta gourmet fue finamente estudiada para rememorar en cada una de las opciones la cultura guaraní con el misterio de las leyendas y creencias de sus personajes mitológicos que acompañada con la ambientación y arquitectura temática, cobran vida en el lugar.

El restaurante está decorado con los personajes de la mitología guaraní tallados en madera por un artesano misionero, el salón principal es una cabaña moderna de madera nativa, la ambientación es acorde con esculturas talladas, objetos de cerámica de barro y artesanías, que busca en cada presentación de platos rememorar las tradiciones alimenticias con materiales naturales acorde a la cultura.

Disponen de un sector de mesas al aire libre, parrilla y bar, todo  integrado al entorno natural que envuelve la selva misionera de Puerto Iguazú, donde se observa en todo el entorno del lugar que conserva árboles de especies nativas y frutales que rodea el complejo gastronómico.

Redescubriendo los sabores y la mitología guaraní

Al ingresar en AYVÚ los visitantes son recibidos por una joven de etnia guaraní , que en su rol laboral en el lugar Aidé interpreta a “Kerená”, uno de los principales personajes de la mitología guaraní, esposa de Tau y madre de los 7 hijos que componen los mitos de la historia.

Kerená, significa dormilona, y según la leyenda era una bella mujer que se pasaba el día durmiendo, vivía en una tribu y era la hija de Marangatu. Tau, era un espíritu malo que se enamoró perdidamente de ella, y para poder estar junto a ella, se transformó en un joven e intentó raptarla.

Angatupyry, que era el espíritu del bien, creado por Tupã (Dios), se interpuso para defenderla. Tau y Angatupyry se dieron a una pelea que duró 7 días y 7 noches en la que finalmente venció Angatupyry. Tau fue exiliado por Pytajovái (dios del valor y de la guerra). Y en su desesperación, Tau raptó a Keraná y por esto Tupã lo maldice.

La pareja tuvo 7 hijos con apariencia de monstruos o fenómenos, y de allí surgen los 7 mitos: el primero fue Teyú Jaguá, considerado por algunos como el guardián de las riquezas de la tierra guaraní. El segundo fue Mbói Tu’i que tiene cuerpo de víbora y pico de loro, dando origen a su nombre. Es respetado como dios y protector de los anfibios y las flores.

Sigue Moñái con apariencia horrible de serpiente corta. Se le atribuye el título de protector de alguna otra especie de animal o plantas. Después llega el popular Jasy Jatere, nombre que significa fragmento de luna. Dice la leyenda que era un pequeño duende de ondulados cabellos rubios y ojos azules que vaga desnudo por la selva en horas de la siesta, posee además un bastoncito de oro, una especie de varita mágica, con la que atrae a su víctima, a quien luego lleva a su hermano Ao ao (que es antropófago). Otra manera de atraer a sus víctimas es el silbido que produce imitando el canto de un pájaro. Este personaje mitológico es considerado como el cupido guaraní. Se decía que raptaba a los niños y niñas en horas de la siesta misionera, y los dejaba medio tontos al liberarlos. Por esto, las madres que aún creen en esta leyenda advierten y prohíben a sus hijos salir a jugar en horas de la siesta en la región del norte de la Argentina y Paraguay “ya que corren peligros de ser llevados por Jasy Jateré”.

Después está Kurupí, considerado dios de la sexualidad. Es el mito sátiro de la tierra guaraní. Sus características son muy extrañas, ya que es famoso por su miembro viril, que es tan largo como un lazo y lo lleva atado a su cintura. Con este miembro enlazaba a niñas y mujeres, las secuestraba y las poseía. Se lo considera protector de animales de la selva, especialmente sementales. Y tendría la piel negra como un carbón.

Ao ao tiene una forma de animal de cuatro patas, con cuerpo de oveja y cabeza de lobo. Es considerado dios de la fecundidad, ya que tuvo muchos hijos.

Y finalmente, el Lobizón o “Luisón” es el séptimo hijo de Tau y Keraná; considerado señor de la muerte, debido al gusto que tiene por rondar cementerios y alimentarse de la carne de los cadáveres. Es uno de los mitos más terroríficos de la mitología guaraní. Esto da origen a la leyenda que dice que el séptimo hijo varón de una mujer que tuvo solo varones será Lobizón.

Todos estos personajes cobran vida en la recreación que logran en la ambientación de AYVÚ. En la entrada disponen de dos hogueras remarcando el ingreso, a modo de ritual de bienvenida que invita a los visitantes a participar introduciendo leña al fuego, con el fin de purificar los males.

En el bar, existe mucha magia y fantasía, donde todo está ambientado para disfrutar la estadía en noches especiales con mucho humo, fuego, luces y hermosa música ambiental.

Ofrecen sabrosos tragos mitológicos que despiertan todos los sentidos del cuerpo.

Para el almuerzo, hay una opción de Menú Buffet Guaraní, donde pueden disfrutar de la forma más original y primitiva de su gastronomía.

Por la noche la modalidad es de platos gourmet a la carta, siempre continuando la misma temática, respetando las materias primas regionales logran platos en una alta escala gastronómica, donde cada uno de ellos rememoran los personajes mitológicos guaraní.

La creación de Karini

Karini Müller es socia del emprendimiento, junto a Mauricio Krumkamp, y la realizadora en la creación del proyecto. De origen brasileño y alemán, hace más de 10 años vive en Iguazú y se dedica al rubro gastronómico desde los últimos 6 años, ya que tenía un restaurant (Marambio) y presta servicios de catering para eventos. Ambas actividades se vieron duramente afectadas por la pandemia de COVID-19 desde 2020.

“Pensé mucho en cómo recomenzar, ya que debíamos reinventarnos pospandemia con algo diferente para ofrecer en el mercado gastronómico de Iguazú que es muy competitivo. En medio de esa búsqueda, tuve un sueño que significó mucho para mí, donde mi padre me aparece diciéndome solo tres palabras:»Mirá a tu alrededor». Eso me llevó a mirar con más detenimiento a mi alrededor, y entendí que en eso estaba la respuesta de crear algo diferente y único hasta ahora, que era diseñar una propuesta cultural, histórica y gastronómica basada en la alimentación sana y natural de nuestro entorno, la selva misionera y la cultura guaraní. Como es muy amplia, nos focalizamos en su mitología que dice mucho de la humanidad. Decidimos ofrecer la comida tradicional de los guaraníes en un servicio buffet, además de platos gourmet, promoviendo que el visitante conozca más de los sabores de la tierra guaraní”, detalló Karini en la entrevista con ArgentinaForestal.com

Karini Müller, socia y realizadora del emprendimiento gastronómico mitológico en Iguazú

La profesional se ocupa de todos los detalles, asesorándose con arquitectos, diseñadores, proveedores de huertas orgánicas y referentes de comunidades indígenas de Iguazú, para transmitir al equipo las ideas y propuestas a implementar en el restaurante mitológico un servicio de nivel internacional.

“Nos encontramos que en el mercado no había un lugar que promueva la alimentación e historia del mundo guaraní, y la verdad que tenemos mucho aún por realizar. Abrimos las puertas el 15 de septiembre, estamos terminando de completar la carta de platos gourmet con nuestro chef Gustavo Portillo, donde volcamos en cada uno de los personajes la manera de recrear sus alimentos. Hay mucha magia en las leyendas que guardan los personajes mitológicos. Por ello, todos los platos se basan en la cultura guaraní, en lo que ellos consumían, que son ingredientes y productos regionales, muy sanos y naturales”, relata la emprendedora.

Utilizan madera, tacuaras, porongos, vasijas de barros, entre otros detalles muy bonitos que van representando la forma en que los guaraníes se alimentaban y lo que representa en esta cultura.

Al lugar, lo completan las esculturas talladas en madera de cada uno de los personajes, que fueron realizados por un artesano de Posadas, lo que genera un clima especial en el lugar.  “Pueden haber propuestas de platos regionales en otros lugares, pero un restaurante temático como el nuestro, es único en Misiones”, asevera con orgullo Karini.

El equipo que integra el proyecto fue atraído por la propuesta que tiene un fuerte componente cultural. “Todo el personal de servicio está involucrado en la temática, y realizamos capacitaciones para que estén informados y puedan transmitir la historia. Es como una gran obra de teatro que todos los días sale a escena, y cada uno en su lugar tiene un rol que cumplir. El visitante siempre tiene preguntas, viene a vivir una experiencia diferente, quiere conocer más, y para ello, entre todos tenemos que dar respuestas”, explica.

El chef del lugar es fundamental en el proyecto, tiene mucho conocimiento de las aldeas, y eso facilita el involucrarse en el personaje. “ Aquí hay que olvidarse de lo cotidiano, es una manera diferente de trabajar en un restaurante temático. Nos gusta sorprender a los comensales con opciones nuevas y diferentes, por ello, la carta también variará según la estación del año”, adelantó Karini.

Es así que el próximo  9 de octubre, que será una noche de luna llena, en AYVÚ preparan un shows especial y un menú principal que representará al “Lobizón” con la posibilidad de que el visitante pueda participar de la experiencia de cocción. Se preparará “Iñakangue Yvyguy” (cabeza de vaca bajo tierra) con guarnición; y vegetales asados a las brasas, entre otras delicias por descubrir.

Gustavo Portillo, especialista en Cocina Regional Misionera

El chef Gustavo Portillo (46) es nativo de Puerto Iguazú y conocedor de la cultura guaraní, y compartió su entusiasmo con la apertura del lugar, donde asegura siempre prepara algo especial para sorprender a los comensales que llegan hasta el restaurant.

Es especialista en Cocina Regional Misionera y se sumó a la aventura por la impronta que permite darle identidad propia a la cocina gourmet, basada en la alimentación natural y la cultura guaraní. “La propuesta es muy interesante porque tiene mucha historia y cultura para dar a conocer a través de los sabores de nuestra tierra, y eso es lo que me gusta”, expresó en la entrevista.

“Desde el uso de los utensilios, la elaboración, los ingredientes, el consumo. Tiene mucha historia nuestra cocina porque se basa en la mitología guaraní, y en la historia de Misiones con los 7 personajes más importantes, que nos permiten crear una carta diferente, pensando en la interpretación de de todos estos personajes mitológicos”, detalló.

Portillo tiene saberes de los valores que se encuentran en los productos regionales. “La carta cuenta con varias opciones de alta cocina por la noche, además de buffet guaraní con opciones típicas (reviro, maíz, batata, zapallo, mandioca puchero, etcétera) al mediodía. Todo es sin gluten, sin sal. Todo es muy saludable, como se alimentaban antiguamente. Incluso hay  elaboración de ahumados, ya que respetamos la cocción como se hacía antiguamente”, dijo.

De esta forma, se involucra en darle vuelo a los sabores teniendo en cuenta el misterio de cada uno de los personajes.  “Lo primero que pensé fue en el Jasy Jateré, estudiamos que consumía, que hacía, cuál fue su historia, y en esos detalles están los sabores de los platos logrados”, explica el chef.

En el caso del Jasy Jateré, el personaje tiene una entrada de mano de mono, que es una croqueta de albóndiga elaborada con relleno de poroto negro.” Antes, los guaraníes hacían estas bolitas y ponían dentro de las trampas para atraer a los monos, ya que consumían su carne. El mono curioso ponía la manito para comer las bolitas y así los atrapaban para hacer provecho de su carne”, relató Portillo.

«Manito de mono», una entrada basada en un nutritivo y delicioso relleno de poroto negro.

En la carta hay variedad de carnes y pescados, como surubí, pacú y dorado, que se elaboran en distintos métodos de cocción. “Todos los platos tienen su historia. Es lindo y atractivo poder ofrecer estas opciones al mundo desde nuestra tierra”, expresó.

La propuesta gastronómica tiene mucho que ver con la historia familiar de Portillo, que se considera un defensor de la cultura guaraní y la buena comida saludable de la época. De esta forma, sorprenden con la esencia de la propuesta y rompen con la rutina gastronómica, revalorizando los productos regionales.

Sergio Fernando Jara, con más de 34 años de trayectoria en el oficio de Mozo, vuelve a la actividad apoyando la propuesta cultural.

Y con el mismo entusiasmo del Chef Portillo, se expresó Sergio Fernando Jara, mozo de más de 34 años de oficio, que tras verse atraído por la iniciativa, tras jubilarse hace cuatro años de la actividad, volvió a colocarse el moño para prestar el servicio.

Oriundo de Santo Pipo, a los 15 años se radicó en Iguazú donde inicio su carrera de mozo. Trabajo después en varios lugares de la provincia y regresó a Iguazú hace 15 años donde se desempeñó en los principales hoteles internacionales. Tras jubilarse a los 50 años de la actividad, le llegó este año la nueva propuesta laboral: “Me puse muy feliz cuando me convocaron”, dice.

Sergio te recibe con recomendaciones de tragos y batidos, te detalla los secretos de su preparación, y recomienda los platos del día. “Me gustó la idea. Tengo una carrera de trayectoria en la provincia en este oficio y cuanto me retire a los 50 años lo hice convencido de que no volvería más a la gastronomía. Esta propuesta me llegó a los 54 años, me entusiasmó porque es algo nuestro, autóctono, de nuestra tierra, y nuestros ancestros. Es una linda manera de hacer conocer la historia de Misiones y nuestros productos a través de la gastronomía, y que gente de todo el mundo se lleve este conocimiento a partir de visitar nuestro restaurante me parece importante y maravilloso, vale la pena volver a ponerse el moño”, dijo con una gran sonrisa.

«Kerená» y Sergio Jara, listos para la función diaria. 

Descubriendo en Ayvú los sabores, según las estaciones

Otra iniciativa que diferenciará a este nuevo restaurante es que la naturaleza e identidad cultural marcarán el ritmo de la carta, que aún se encuentra ultimando los detalles, «pero se modificará según las estaciones del año», adelanta Karini.

Cuentan con un comedor mediano, y opciones de mesas al aire libre, por lo tanto, para visitarlo deben solicitar reservas previas para asegurar su lugar.

La arquitectura y el diseño, alineado a la decoración con mesas de madera, sillones rústicos, todo decorado con aire a los personajes mitológicos que generan el clima para adentrarse al mundo mágico de la gastronomía temática que proponen a los comensales.

Una opción recomendada, iniciar con uno de los tragos especiales, como el batido (sin alcohol) elaborado con cinco frutas de estación. Para almorzar, “Manito de mono”, una entrada de crujientes croquetas de porotos negros, seguir con un surubí sobre un colorido colchón de vegetales y finas hierbas, y de postre una exquisita mandioca en almíbar.

Karini Müller junto a todo el equipo que forman parte de AYVÚ.

Definitivamente, si buscan descubrir la gastronomía misionera, conocer su cultura y la mitología guaraní, este lugar temático que es único en la provincia, es un lugar recomendado para conocer y degustar «los sabores de la tierra». Además de sentirse en un espacio agradable y mágico, ofrecen una carta gastronómica exclusiva, natural y con productos e ingredientes regionales y ancestrales, aportando a revalorizar las historias, tradiciones y mitología guaraní de nuestra provincia.

Por Patricia Escobar

@argentinaforest