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Paraguay ya reporta avances en la implementación de su corredor bioceánico con miras a convertirse en el centro logístico de la región, similar al canal de Panamá. Para ello trabaja en la ejecución de un proyecto vial bioceánico del que forman parte Brasil, Argentina y Chile.
Según analistas, Bolivia, al no formar parte del majestuoso proyecto vial que unirá al océano Atlántico con el Pacífico, perderá cuantiosas oportunidades de desarrollo. Sin embargo, identifican al menos dos factores relacionados a la exclusión: la deficiente infraestructura vial y los constantes bloqueos de carreteras troncales que generan serios impactos en el comercio exterior.
Según datos publicados en medios paraguayos, el corredor partirá de Porto Mutinho (Brasil), atravesará y el río Paraguay por un puente. Continuará por un tramo comprendido entre Carmelo Peralta-Pozo Hondo que queda en el chaco paraguayo, próximo a la frontera con Argentina.
El corredor continuará desde el puerto fronterizo Misión La Paz (Argentina), pasando por las ciudades de Tartagal y Jujuy; llegará hasta el paso de Jama y finalmente a puertos chilenos. También incluye otra ruta que conectará Salta con el paso del Sico y puertos chilenos como Antofagasta, Mejillones, Tocopilla e Iquique.
El objetivo del proyecto es ahorrar 8.000 kilómetros o seis días de navegación para potenciar las importaciones y exportaciones con China.
En opinión del presidente de la Cámara Nacional de Despachantes de Aduana (CNDA), Antonio Rocha, la exclusión de Bolivia de este importante proyecto vial representa enormes desventajas para el comercio exterior y para el desarrollo de actividades económicas conexas a la implementación de una nueva carretera.
Sin embargo, Rocha identificó dos factores principales que explican la exclusión de Bolivia. El primero tiene que ver con la deficiente infraestructura vial, dado que las vías troncales todavía presentan puntos críticos, como por ejemplo El Sillar.
Rocha también mencionó a los constantes bloqueos de carreteras como una de las causas en medio de una total falta de autoridad que garantice el libre tránsito.
“Por supuesto que la gente tiene razón en reclamar, pero no puede parar la circulación nacional de una carretera troncal, o sea, es tirarnos un tiro en los pies, pero el problema es que no hay autoridad”, agregó.
En tanto, el economista Germán Molina afirmó que Bolivia tendría serios impactos en el comercio exterior, puesto que la vía incide en la reducción de costos de transporte.
Además, dijo que se perdería la oportunidad de crear nuevas fuentes de trabajo y generar ingresos por prestación de servicios como restaurantes y hoteles.
