Petróleo y gas alcanzan histórico respaldo con 81 % de colombianos a favor del sector

En el marco de la VI Cumbre del Petróleo, Gas y Energía se presentaron los resultados del Barómetro Petrolero 2023, un estudio que revela la opinión de los colombianos y empresarios sobre la transición energética, las expectativas para la industria de petróleo y gas y los avances y desafíos en la política pública.

Para el 2023 la firma Jaime Arteaga y Asociados, en colaboración con el Centro Nacional de Consultoría, consultó a más de 2.960 ciudadanos, 240 funcionarios gubernamentales y 140 líderes empresariales del sector de petróleo y gas.

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Este año aumentó a 49 por ciento (37 por ciento en 2022) el porcentaje de compañías que tienen pensado disminuir sus operaciones en los próximos cinco años en Colombia, al tiempo que sufrió una fuerte caída el número de empresas que tienen intensiones de hacer todo lo contrario.

Mientras que el año pasado el 34 por ciento de los empresarios esperaba aumentar sus operaciones en el país, este año solo el 17 por ciento mantiene esta intención luego de la llegada del gobierno del presidente Gustavo Petro.

El pesimismo de esta industria no es nuevo porque en el 2020 y el 2022 también aumentó el porcentaje de compañías que afirmaron que tenían intensiones de reducir sus operaciones en el país.

Las principales razones que argumentan son las políticas (22 por ciento) y la falta de apoyo del Gobierno Nacional (21 por ciento), además de los problemas de seguridad (15 por ciento), la falta de estabilidad jurídica (13 por ciento), el rechazo de las comunidades a la industria petrolera (9 por ciento) y dificultades para obtener las licencias ambientales (8 por ciento).

En cuanto a los factores operativos y financieros que pueden afectar las operaciones, los empresarios destacaron la incertidumbre tributaria, infraestructura y costos logísticos, costo o suministro de materias primas, volatilidad en precios del crudo, tipo de cambio, falta de demanda, plazo de facturación y falta de acceso a créditos.

Además, señalan que las prioridades más urgentes de las empresas del sector son viabilizar y garantizar la exploración y operaciones ante el Gobierno Nacional, involucrarse en el proceso de transición energética en el país, contribuir con el desarrollo del país y demostrar el compromiso con las comunidades de las regiones donde operan.

Aunque los empresarios están manifestando un amplio pesimismo, el respaldo ciudadano a los hidrocarburos en Colombia alcanzó máximos históricos, pues el 81 por ciento de los colombianos considera que esta industria es positiva para el país. Este es el nivel más alto que se registra desde el 2019, año en el que se comenzó a publicar el Barómetro Petrolero.

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"Tampoco es cierto que a las empresas les sirva cierta forma de Gobierno, ya había aumentado el pesimismo y es paradójico que cuando la opinión pública aprecia al sector es el momento de mayor pesimismo", manifestó Jaime Arteaga, director general de Jaime Arteaga y Asociados.

Pero si se trata de solo petróleo el apoyo es mayor, ya que el 83 por ciento dice que es positivo para su municipio. En cuanto al gas natural, este porcentaje sube a 92 por ciento, además el 85 por ciento de los colombianos está de acuerdo con que este hidrocarburo puede ayudar al país a transitar a menores emisiones de carbono.

En línea con esta posición, también aumentó el porcentaje de ciudadanos que están de acuerdo con que en su municipio se realicen las actividades de exploración, producción y transporte de petróleo gas, pasando de 53 por ciento en 2022 a 59 por ciento este año.

Sin embargo, el 24 por ciento de los encuestados considera que el del petróleo y gas es el segundo sector que más afecta el medio ambiente, por detrás de la minería que ocupa el primer lugar (36 por ciento).

También se registró un incremento en el número de personas (81 por ciento) que asegura que esta industria es necesaria para financiar los programas sociales y de inversión pública del Estado, mientras que el 74 por ciento dice que este sector genera desarrollo y oportunidades económicas para las comunidades donde operan las compañías.

Otro dato que revela el Barómetro Petrolero y que llama la atención es que, de cada 10 personas consultadas, cinco no saben qué es la transición energética, una de las banderas del actual Gobierno.

No obstante, el 92 por ciento está de acuerdo con que la transición energética requiere de tiempo para que sea justa y el 84 por ciento cree que sí es posible un futuro en el que las operaciones de petróleo y gas coexistan con otras fuentes de energías limpias.

Además, el 78 por ciento de las personas que viven en las zonas productoras de hidrocarburos dicen que es posible que esta industria conviva con otras actividades económicas como el turismo y el agro.

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"No hay una falsedad más grande que decir que el petróleo compite con el agro. De hecho, el agro crece cinco veces más rápido en los municipios petroleros, no por inversión social sino porque es un sector que genera una actividad en el territorio cuyos bienes son utilizados por otras industrias. Los hoteles crecen más rápido en las zonas petroleras", dijo el director general Jaime Arteaga y Asociados.

Entre tanto, el 91 por ciento de los consultados manifiesta que los recursos que genera la industria del petróleo y gas se deben usar para financiar otras alternativas productivas en la región, en el marco de la transición energética del país, al igual que los programas sociales y de inversión pública del Estado.

"La gente ya sabe que los recursos de esta industria son los que financian el Estado, que eran algo complicadísimo de demostrar antes", agregó.