Naciones Unidas, 5 jun (Prensa Latina) El plan de respuesta humanitaria de la FAO para 2022 en el Sudán prevé que 10,9 millones de personas, el 30 por ciento de los sudaneses, necesiten apoyo de subsistencia, afirmó hoy la ONU.
Esa es la mayor cifra de afectados en la última década en el país africano, por lo que Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) intensifica los esfuerzos para hacer frente allí al aumento de la inseguridad alimentaria aguda.
Factores combinados impulsan la grave disponibilidad de alimentos: el conflicto armado interno, la sequía, la pandemia de la Covid-19, la baja producción de cultivos básicos por infestación de plagas y enfermedades, y los trastornos económicos, aseguró un informe de Naciones Unidas.
El texto precisó que en respuesta a la pésima situación de la seguridad alimentaria, que corre el riesgo de agravarse más por los efectos de la guerra en Ucrania, la FAO puso en marcha un nuevo proyecto financiado por el Fondo Central de las Naciones Unidas para la Acción en Casos de Emergencia (CERF).
La iniciativa contribuirá con 12 millones de dólares,la mayor asignación que el CERF ha realizado a la FAO hasta la fecha para apoyar iniciativas dirigidas al incremento de la resiliencia de los agricultores y pastores de escasos recursos en los 14 distritos del Sudán más gravemente afectados.
Con ese apoyo se proporcionará de manera urgente insumos esenciales a familias rurales vulnerables antes de que comience la campaña agrícola en junio, además asegurará producir alimentos suficientes para cubrir sus necesidades durante los meses venideros, dijo el representante de la FAO en Sudán, Babagana Ahmadu.
El proyecto dará cobertura a 180 mil hogares, unas 900 mil personas de comunidades campesinas de desplazados internos, repatriados, refugiados y residentes, y abarca la asistencia agrícola y ganadera con el fin de disminuir la dependencia de la asistencia alimentaria de emergencia y proporcionar la recuperación a mediano y largo plazos.
La asistencia incluye la provisión de semillas certificadas de cultivos, legumbres y hortalizas, arados de tiro y herramientas de mano, vacunas y medicamentos veterinarios, piensos concentrados para animales, carretas y animales productivos, además de efectivo y la rehabilitación de activos productivos comunitarios.
