‘Tenemos un ángel más en el cielo’, dice papá de niño electrocutado al meter llave en tomacorriente

La Nación conversó con Eliberth Miranda Arroyo, padre de este menor, quien en medio de su dolor narró cómo ocurrió el lamentable accidente.

“Mi esposa le había dejado las llaves principales de la casa y el niño agarró las llavecitas para jugar, según él, porque tenían unos llaveritos de unos muñequitos. A él le gustaba jugar con cositas de esas y mi esposa estaba cuidándolo. En ese momento agarró una ropita que estaba sucia y la llevó al cuarto de pilas para meterla a la canasta”, explicó el padre.

En ese momento ocurrió lo inesperado para los padres, pues, cuando la madre regresó, ya había ocurrido el accidente.

“Cuando ella no escucha al bebé de inmediato empieza a buscarlo y al llegar al cuartico él ya había introducido la llavecita en el toma y cuando ella llega, el bebecito estaba hincado y lo tenía vivo en ese momento”, agregó Miranda.

La madre solicitó ayuda a un vecino, quien es oficial de Fuerza Pública, y lo trasladaron en un vehículo particular hasta la clínica de Esparza.

“El policía se lo llevó a emergencias y al bebé le dieron dos infartos de camino. A mí me llamaron sobre algo del bebé, pero no sabía qué era. Entonces, me fui a la clínica, pero al ingresar a la clínica, empezaron los guardas a decirme ‘usted es el papá del niño que ingresó muy grave’. Yo empecé con la desesperación, pero traté de calmarme”.

En el momento en que esperaban, don Eliberth permanecía afuera de la sala donde atendían al menor “pero él ya no reaccionaba”

Eliberth Miranda y su esposa son padres de dos menores más. Señala que tras el funeral del bebé, Dios les ha dado la fortaleza para seguir adelante.

“Yo le doy gracias a Dios, que nos ha dado la fortaleza que nosotros necesitamos, así como la paz. Ahora tenemos un ángel más en el cielo”, concluyó el padre doliente.

Precauciones

Tras la muerte del niño en Esparza, Puntarenas, Luis Fernández Rodríguez, médico del Cuerpo de Bomberos, subrayó la importancia de usar dispositivos en casa que reduzcan los riesgos de accidentes, como tapones para tomacorrientes, seguros para gavetas y bardas para que los bebés no ingresen o salgan de algunos lugares.

“Hay que tener en consideración adquirirlos. Muchas veces los papás pasan mucho tiempo con los chiquitos y, por ejemplo, dicen que no hay que poner una barda en la puerta, porque ellos lo cuidan y el niño no se va a salir, pero de un momento a otro la persona cabecea y el chiquito sale, y así hemos tenido niños extraviados”, ejemplificó el doctor.

En el caso concreto del pequeño de Esparza, manifestó que esta en una edad en la que se convierten en exploradores y, por su inocencia, no tienen la noción de si algo es peligroso o no.

“Ellos, por ejemplo, ven una olla caliente y no piensan si se van a quemar, simplemente, se sienten atraídos y tocan lo que contenga la olla. En este caso, un niño que esté explorando siempre va a meter el dedo en los huecos que encuentre, incluso, lo hacen con su cuerpo, como meter el dedo en el ombligo, el oído o la nariz, para ellos no hay diferencia”.

Fernández manifestó que, por costumbre, las personas olvidan la peligrosidad de la electricidad, “pues nos acordamos que está ahí solamente cuando ya no está”.

“El riesgo con la electricidad es latente, pero se nos olvida porque no la vemos, pasa como el Internet, nos acordamos de que existe solo cuando se va o la cortan”, explicó.