El martes, el presidente Vladímir Putin acusó a Ucrania de intentar infundir “terror” en la población rusa, luego de un ataque sin precedentes con drones en Moscú y su región, que coincidió con una nueva serie de bombardeos en Kiev.
En declaraciones transmitidas por la televisión pública, el líder ruso afirmó: “El régimen de Kiev ha optado por aterrorizar a Rusia e intimidar a los rusos”.
Durante la madrugada, varios drones cayeron sobre edificios de la capital rusa, sorprendiendo a la población, a más de 500 km de distancia de Ucrania.
“Estábamos todos durmiendo, eran las 4 de la mañana. De repente, hubo dos explosiones y todas las alarmas de los autos se activaron”, relató Maxim, de 40 años, quien se encontraba cerca de la calle Atlassova, donde uno de los drones cayó.
Las autoridades informaron que se detectaron ocho drones en Moscú y su región, y todos fueron neutralizados, aunque algunos fragmentos cayeron sobre los edificios.
Aumento de ataques
En Kiev y en diversas ciudades de Ucrania, las explosiones se han convertido en algo común en la vida diaria de los habitantes.
Sin embargo, Moscú y sus alrededores rara vez han sido objeto de ataques hasta ahora.
“Todavía pensaba que todo esto estaba lejos, que no nos afectaría, y de repente sucedió justo al lado de nuestra casa”, señaló Tatiana Kalinini, una jubilada que vive en un barrio de la capital que fue alcanzado por la caída de un dron.
Las imágenes difundidas en las redes sociales mostraban rastros de humo en el cielo, mientras que otras mostraban una ventana destrozada en un edificio.
Testigos citados por las agencias de noticias rusas afirmaron que un dron “ingresó a un apartamento” en el piso 14 de un edificio residencial sin explotar.
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