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Estas acciones se asemejan a los rituales de despedida ya antes vistos
Un arsenal de armas de corto y largo alcance, fueron colocadas, una por una, sobre el vidrio del ataúd en el que reposaban los restos de Diego Mosquera Macías, quien recibió un disparo en la cabeza la tarde del miércoles 27 de septiembre del 2023 mientras se encontraba en el sepelio de su tío en el cantón Vinces, Los Ríos.
Tras el suceso al herido, quien se desempeñaba como comisario encargado, lo trasladaron a una casa de salud en Guayaquil, donde falleció.
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El sepelio se realizó la tarde del viernes en su natal 'París Chiquito' y en la jornada hubo de todo. Desde que el féretro, color amarillo y distintivos del club deportivo Barcelona, salió de la iglesia sus 'panas' hicieron rugir el motor de sus motocicletas en señal de despedida.
Ya de camino al camposanto un letrero lideraba el trayecto y en el que se leía "Sayonara Diego", frase de despedida del judo, deporte que practicaba. Otro grupo de amigos estampó su fotografía en camisetas blancas y de esa forma también le dijeron "hasta pronto" al funcionario municipal.
Pero hubo un grupo de personas que estuvieron en el recorrido acompañando a Diego hasta su última morada. Uno de ellos levantó la mano y disparó al aire por cuatro ocasiones, mientras que de fondo se escuchaba la música nostálgica.
La Policía no ha especificado que el difunto haya pertenecido a un grupo delictivo, sin embargo, las acciones se asemejan a los rituales de despedida ya antes vistos. Los mismos que han sido realizados a líderes o integrantes de algún grupo delincuencial organizado.
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