Alberto Núñez Feijóo volvió a reiterar este jueves que su intención es gobernar en solitario. Lo expresó el lunes después de que Pedro Sánchez anunciara el adelanto electoral para el domingo 23 de julio y lo repitió un día después antes sus barones, algunos de los cuales necesitarán a Vox para su investidura y a los que el líder del PP respalda en su intento de conformar ejecutivos monocolor. «España tiene que tener un presidente del Gobierno que no dependa nada más que de las urnas», aseguró en una entrevista en Telecinco.
Sin intención de ceder poder al partido de Santiago Abascal, con el que mantiene una relación «de absoluta cordialidad» pese a tener «proyectos distintos», Feijóo dejó la pelota en el tejado de su rival. «Si quiere derogar el sanchismo, está en posición de facilitarlo, espero que no se interrumpa el cambio y que nadie interrumpa lo que sale de las urnas y que este partido le dé sus votos a la izquierda», aseveró. «Hemos conseguido mayoría absoluta en Andalucía, Madrid, La Rioja, hemos ganado claramente en la Comunidad Valenciana, Aragón, Baleares -continuó- . Que nadie interrumpa este cambio».
El dirigente gallego admitió que no se esperaba tan pronto una convocatoria de elecciones generales pero está preparado para «derogar el sanchismo» en el fondo y en la forma, y si el 23-J obtiene el favor de las urnas y se convierte en el nuevo inquilino de la Moncloa derogará la ley de memoria histórica, restaurará en el Código Penal los delitos de sedición y malversación o perseguirá la okupación ilegal. Se comprometió, además, a que no tendrá más de «13 o 14 ministerios» frente a los 22 del Gobierno de Sánchez.
Después de escuchar la intervención que el líder socialista hizo el miércoles en el Congreso ante sus parlamentarios, Feijóo le acusó de haberse «podemizado» y de querer ocupar el espacio ideológico de sus socios morados. En su opinión ya no representa al PSOE sino solo «a sí mismo» y considera que quiere volver a «los tiempos del dóberman». Por eso, insistió en que «la soberbia y el egocentrismo tienen que ser castigado en las urnas».
