La moción de censura más peligrosa para el Gobierno francés desde que llegó al poder Emmanuel Macron ha fracasado este lunes en la Asamblea Nacional. Han votado a favor 278 diputados, nueve menos de los necesarios para que triunfara. Ese margen tan reducido respecto a las previsiones ha sido una sorpresa muy negativa para el presidente y significa que muchos diputados del partido Los Republicanos (LR, derecha tradicional) han votado la moción, desobedeciendo a sus líderes.
Si la moción de censura hubiera triunfado, se habría anulado la reforma de las pensiones, aprobada el jueves pasado mediante el uso del artículo 49.3 de la Constitución, que la consideró validada automáticamente, sin votación parlamentaria. Otra moción, del Reagrupamiento Nacional (RN, extrema derecha), debe ser votada esta noche, pero obtendrá mucho menos apoyo porque no la votará la izquierda.
Pocos minutos después de la votación, los manifestantes se congregan en una plaza de París para protestar
Pocos minutos después de conocerse que el Gobierno se había salvado por la mínima, comenzó a concentrarse gente en la plaza Vauban, en París, cerca de Los Inválidos, en una manifestación de protesta no autorizada. La plaza no está muy lejos de la Asamblea Nacional y del palacio de Matignon, sede la primera ministra. Casi cada noche hay protestas y choques con los antidisturbios. La nueva situación política representa un riesgo importante de orden público ante la perspectiva de que la protesta se radicalice.
Un victoria tan ajustada deja un regusto muy amargo para el Gobierno porque se ha puesto de manifiesto su aislamiento y se produce en medio de movilizaciones y de huelgas que no cesan. Este jueves volverá a haber una jornada de protesta a escala nacional. En la Asamblea Nacional había muchas ausencias entre los parlamentarios de los grupos que apoyan a Macron, visiblemente incómodos por lo ocurrido durante los últimos días y el hecho de que la reforma no llegara a votarse.
El diputado Charles de Courson acusó a Macron de "distorsionar" el espíritu de la Constitución
El diputado centrista Charles de Courson, decano de la cámara, fue el encargado de defender la moción en nombre de su grupo parlamentario, una amalgama denominada Libertades, Independientes, Ultramar y Territorios (LIOT). De Courson fue muy duro y contundente contra el Gobierno y contra Macron por haber impuesto, en su opinión, una reforma de las pensiones innecesaria, injusta y llena de incongruencias, y de haberlo hecho "distorsionando el espíritu de la Constitución".
De Courson lamentó que el Elíseo no tuviera el coraje de aceptar que la reforma se votara. "Ese voto probablemente lo habrían perdido, pero es la regla en una democracia", añadió el diputado.
La jefa del grupo del partido macronista, Renacimiento, Aurore Bergé, dedicó buena parte de su intervención a fustigar a la oposición por ponerse de acuerdo, pese a la enorme distancia ideológica que hay entre la extrema derecha y la izquierda radical, los ecologistas y los comunistas. "Sí, una moción de censura se convierte, de facto, en un programa común", dijo Bergé en medio del griterío de la cámara y de gestos desaprobatorios.
"El pueblo les mira como mira a alguien que les ha traicionado", afirma la portavoz de La Francia Insumisa, Mathilde Panot
Mathilde Panot, de La Francia Insumisa (LFI), habló en nombre de la Nueva Unión Popular Ecologista y Social (Nupes), la amplia coalición de izquierdas que se presentó a las elecciones del año pasado bajo el liderazgo de Jean-Luc Mélenchon. "El pueblo les mira como quien mira a alguien que ha traicionado", afirmó Panot, quien citó severos artículos publicados por la prensa extranjera sobre la gestión de Macron en el asunto de las pensiones. "Para muchos, su Gobierno está muerto", remachó la diputada. Cuando se anunció el resultado de la votación los diputados de izquierda se levantaron y mostraron una pancarta con este texto: "Cita en la calle".
En su turno de réplica, la primera ministra, Elisabeth Borne, reprochó a la oposición la duplicidad de su comportamiento, el de haber obstruido el debate de la reforma con miles de enmiendas mientras, al mismo tiempo, acusan al Gobierno haber recurrido al método expeditivo de aprobar el proyecto por decreto. Según Borne, hay que decir la verdad a los franceses, que el sistema de pensiones por repartición solo puede sostenerse si se trabaja más años. En realidad, se debería trabajar 45 años, pero el Gobierno lo consideró excesivo y lo redujo a 43 años de cotización para cobrar la pensión entera.
