La muerte de Fernando García de Cortazar Luis Luis de Aguille (Bilbao, 1942)debe honrar tanto su labor académica como divulgativa -es universitario Fue profesor de historia en Deusto- y por su perdurable voluntad personal e intelectual de salvar las peculiaridades de España en el País Vasco.
La muerte de Fernando García de Cortázar Luis Luis de Aguille (Bilbao, 1942)hay que homenajearle tanto por su labor académica como divulgativa.Hay-tiene una trayectoria en la Universidad de Deusto- y su perdurable voluntad personal e intelectual de salvar las peculiaridades de España en el País Vasco.
Era un sacerdote jesuita muy diferente a su generación. Moderno e irónico, a veces atrevido en su lenguaje, la mayoría de los sacerdotes oficiales de la Burguesía vasca de Negri, que son concursantes de tesis nacionalistas, son entusiastas de los medios, especialmente el primer "El Choreo", vinculado a la Burguesía, donde presidió la fundación.
Moderno, irónico ya veces atrevido en el lenguaje de cómo entender la vida, y concursante de tesis nacionalista
Dominan los jesuitas del País Vasco, fue un gran maestro en la clase. Primero fundaron el Comercial de Deusto, que permitió a los hijos de Plutocracia en Bizkaia formarse en economía y negocios y relevar a su padre al frente de su empresa comercial. Más tarde se constituyó el denominado "Deust de Literatura" con la Facultad de Derecho, Filosofía y Letras, que atrajo a estudiantes catalanes, valencianos e incluso madrileños hasta principios de los años ochenta. La lista de personalidades estudiadas en el aula es realmente larga.
Por su parte, destacó la aparición de García de Cortazar. Inmediatamente se quitó la sotana y se vistió de civil. Celebró bodas, bautizos y funerales en dialecto vizcaíno. Discutió el alma de un nacionalista con sus compañeros de congregación (entonces la mayoría de Deusto) y siempre encontró puntos de discusión en términos de humor y rigor. Era uno de los tipos más entretenidos, conversadores e intelectuales de todos los profesores acomodados por la universidad.
Su cobertura siempre ha sido elegante, rápida y combativa. Entendió el nacionalismo vasco como un derrocamiento de la historia y se dedicó a hablar ampliamente de él. Desde "Historia Sencilla de España", que obtuvo el Premio Nacional de Historia en 2008, hasta "Historia de España desde el Arte". Escribió un total de más de 70 libros, muchos de los cuales estaban dedicados a la divulgación de la historia a los jóvenes e incluso a los jóvenes. , Para niños. Supervisó la Universidad de Deusto, tiempo durante el cual ganó experiencia ayudando a conectar con los estudiantes de una manera particularmente fluida.
Entendió el nacionalismo vasco como un derrocamiento de la historia y se dedicó a hablar de él en grandes cantidades
Toda su desinhibición verbal en conversaciones privadas era suya, se convertía en datos rigurosos en reuniones, discusiones, publicaciones y artículos. Siempre menospreció la amenaza del terrorismo -quizás fue uno de los pocos curas amenazados por ETA- y siempre aireó su libertad y nos dio un centímetro en el País Vasco.
Su último trabajo, titulado "Y al decir España" (2020), es un magnífico retablo de sus saberes, una interesante y rigurosa decantación de sus lecturas e investigaciones, y expresión de su enorme capacidad para volcarse en él entusiasmo. Por nuestro país.
Siempre lo recuerdo alegre, sonriente, irónico, amable y divertido. Era un sacerdote al que le gustaban las pequeñas maldades y disfrutaba con las anécdotas. Nunca había sido indiferente, y ni sus amigos (siempre se sorprendía) ni sus enemigos le tenían miedo. Entre todos los sacerdotes jesuitas, lo conocí mientras estudiaba Derecho en Deusto y más tarde como columnista habitual de "El Correo". Confiesa que él fue una excepción. Nunca fue políticamente correcto y nunca se puso en contacto con las ruedas del molino. En la tragedia supo encontrar la grieta de la redención y enseñó de manera sabrosa y rigurosa el pasado y el presente de España. que descanse en paz.
