Junts per Catalunya (JxCat) no abandonará el gobierno de la Generalitat a pesar de sus desavenencias con ERC, su socio de coalición.
La dirección de la formación posconvergente ha optado por no salir del Govern tras una larga reunión de nueve horas este jueves en su sede de Barcelona. La decisión, de todos modos, se someterá a consulta de su militancia, que tendrá la última palabra sobre la continuidad en el Ejecutivo catalán. La votación se haría la semana que viene, previsiblemente el 6 y 7 de octubre. Aunque, eso sí, con una condición: se llevará a cabo si el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, no restituye a Jordi Puigneró como vicepresidente tras haberlo cesado ayer miércoles. Algo que no se espera que ocurra.
Los dirigentes de JxCat plantean seguir reuniéndose y negociando con ERC hasta el próximo domingo, manteniendo sus exigencias al presidente de la Generalitat, Pere Aragonès (ERC), de cumplir los acuerdos que propiciaron su investidura en 2021.
Aragonès destituyó a Puigneró por falta de confianza al no haberle comunicado que JxCat le pediría someterse a una cuestión de confianza en el Parlament.
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