La tarta de queso que nunca falla

PARA LA BASE:

200 gramos de galletas (se pueden usar cualquier tipo de galleta)

130 gramos de mantequilla

15 gramos de azúcar

PARA LA CREMA DE LA TARTA:

6 huevos grandes

600 mililitros de nata para montar

600 gramos de queso crema (tipo philadelphia)

180 gramos de azúcar

3 gramos de sal

½ cucharada de esencia de vainilla

Precalentar el horno a 200º.

Utilizar un molde (desmontable), colocar papel de horno en el molde (para ayudar a colocar el papel de horno se humedecerá y arrugará y se adaptará perfectamente al molde).

Triturar la galleta hasta conseguir un polvo fino y añadir el azúcar. Derretir la mantequilla e incorporar a la mezcla de la galleta. Mezclar hasta conseguir una pasta maleable y colocarlo dentro de la base del molde. Reservar en el frio.

Incorporar en un vaso mezclador de batidora el resto de ingredientes para la tarta de queso; los huevos, nata, queso crema, azúcar, sal y esencia de vainilla y batir a velocidad suave hasta que estén todos los ingredientes integrados.

Verter la crema obtenida a través de un colador (para que la textura sea más cremosa) a la base de galleta.

Hornear la tarta durante 40 minutos a 180º. Los últimos 5 minutos encender la función de ventilador del horno (ayudará a dorar la tarta por fuera siguiendo cremosa por dentro). El tiempo de horneado es orientativo porque cada horno es un mundo. A partir de los 30 minutos de horno es recomendable ir revisando e incluso abriendo para evitar que se cuaje en exceso.

Sacar del horno y dejar reposar la tarta a temperatura ambiente durante al menos 3-4 horas. Si cuando se saca la tarta del horno ésta tiembla, es que ese es punto perfecto.