Con tal de aprobar unos Presupuestos que le aseguran la poltrona al menos tres años más, Pedro Sánchez nos ha vendido a sus socios separatistas. A todos ellos, sin distinción de ideología ni más requisito que su voto favorable, y a todos nosotros, demócratas, incluidos muchos de los que le votan. (Sería interesante, a este respecto, saber qué papeleta escogieron en las últimas elecciones Felipe González o Alfonso Guerra y cuál elegirán en las próximas…) A cambio de ese poder, que en realidad no es tal puesto que quien acaba imponiendo su criterio totalitario es Pablo Iglesias, como acabamos de ver con la prohibición de los desahucios o el control del dinero que ha de venir de Bruselas, por citar