¿Te pueden multar por dejar el carro del supermercado tirado en el aparcamiento?

Hace años que los supermercados y centros comerciales se ven obligados a lidiar con una situación de lo más habitual: los carros de la compra fuera de su sitio. Hacer la compra es una de las tareas comunes en cualquier familia y los carros pasan de unas manos a otras constantemente, luego, depende de uno mismo y de nuestro nivel de civismo el devolver el carrito a su sitio.

Las tiendas de alimentación suelen disponer de zona de aparcamiento para facilitar al cliente la carga y descarga de las bolsas de comida, y es en estos lugares, además de en el interior de los establecimientos, donde se encuentran los lineales para colocar los carros una vez abandonemos la tienda. Aun así, es normal ver carros mal colocados, desperdigados por los parkings, ocupando parte de las plazas de aparcamiento e incluso abandonados en la calle.

Se trata de un mal hábito que no solo puede llegar a perjudicar a otros conductores impidiendo la circulación o el estacionamiento de otros vehículos, sino que también puede acarrear una sanción económica, al igual que si se deja la basura fuera del contenedor. A pesar de que los aparcamientos estén ubicados en espacios privados y sean propiedad de un establecimiento, se consideran vía pública a efectos de tráfico debido al gran número de vehículos que transitan en dichas zonas.

Infracción de carácter leve

Tal y como recoge el artículo 4.2 del Reglamento General de Circulación, “se prohíbe arrojar, depositar o abandonar sobre la vía objetos o materias que puedan entorpecer la libre circulación, parada o estacionamiento, hacerlos peligrosos o deteriorar sus instalaciones, o producir en ella o en sus inmediaciones efectos que modifiquen las condiciones apropiadas para circular, parar o estacionar”. De esta manera, dejar un carro de la compra de cualquier manera se considera una falta leve y acarrea una multa de hasta 80 euros, tal y como indican desde la Dirección General de Tráfico (DGT).

A esta problemática se le suma la sustracción de los carros. Son robos que tienen un coste muy alto para las empresas y que, en el caso de algunos supermercados como Mercadona, tiene cifras concretas. De hecho, el gigante valenciano de la distribución calcula que, cada año, desaparecen una media de 65 carritos de la compra de cada supermercado, es decir, más de uno cada semana. Una cifra reseñable, teniendo en cuenta que el precio de cada uno de esos carritos ha aumentado hasta situarse en una media de 100 euros por unidad.

Para acabar con esta situación, Mercadona ha ido implantando en los últimos años un sistema denominado CartControl y que consiste en el bloqueo de las ruedas cuando abandona una determinada zona. Esos bloqueadores están instalados en las ruedas y, al llegar al límite establecido, no permiten seguir avanzando al carrito, por lo que solo queda la posibilidad de volver hacia atrás.