Dos videos de agresiones físicas a mujeres se han hecho virales en las últimas semanas. En ambos se observa a dos hombres agredir brutalmente a mujeres que nada pueden hacer para defenderse.
El primer caso que se viralizó ocurrió en la ciudad de Guatemala. El segundo, en San Pedro Carchá, Alta Verapaz, dos departamentos que concentran una gran cantidad de denuncias sobre este y otros delitos cometidos contra la mujer.
El último caso, y que ya investiga la agencia fiscal de la mujer de Alta Verapaz, lo protagonizó un cantante guatemalteco a quien se le conoce como Rancherito Calibre 58. Se trata de Selvin Gudiel Cojulum Leal, de 22 años, originario de Cobán.
Cojulum Leal aprovecha las redes sociales para mostrar sus habilidades en el canto, y normalmente interpreta música regional mexicana como corridos y rancheras.
La agencia fiscal de la mujer investiga una denuncia que interpuso la conviviente el 23 de octubre pasado, dos días después de los hechos violentos que ocurrieron en su casa.
La víctima hace de conocimiento del personal fiscal que el sábado 21 de octubre, a eso de las 22 horas, en su residencia en el municipio de San Pedro Carchá, fue agredida, junto con su hija, por Cojulum Leal.
De acuerdo con la oficina de prensa del Ministerio Público (MP), la agencia fiscal, por medio del Modelo de Atención Integral, tomaron declaraciones testimoniales, practicaron informes psicológicos e inspeccionaron sobre las lesiones. Además, ambas víctimas fueron remitidas para una evaluación médico forense y les otorgaron medidas de seguridad.
El primer caso viralizado en redes sociales en donde se ve una agresión contra una mujer ocurrió el 6 de octubre dentro de una tienda de conveniencia, en la zona 9 de ciudad de Guatemala.
En el incidente se vio involucrado un trabajador del negocio, por lo que la empresa, horas después del incidente, aseguró por medio de un comunicado que había despedido de inmediato al colaborador.
El sujeto fue identificado como Óscar Adolfo Trejo Galicia, de 38 años. En el video se le observa agredir a una mujer, quien se cree es su pareja, y la golpeó con botellas de cerveza, con sillas, y también le propinó un puntapié y manotazos en el cuerpo.
El sujeto fue apresado por la Policía Nacional Civil (PNC) y el MP el 8 de octubre en una casa de El Búcaro, zona 12 de Villa Nueva, Guatemala. Más tarde un juez lo ligó a proceso por femicidio y lo envió a prisión preventiva.
Para el 9 de diciembre de 2023 se tiene planificada la presentación del acto conclusivo para saber si enfrentará juicio. La víctima de este caso también tiene medidas de protección, según las autoridades.
En el caso de Rancherito Calibre 58 se hacen las diligencias correspondientes para apresarlo y que responda por la agresión que cometió contra sus familiares.
Otros casos
Un primer video que se hizo viral es el de la agresión brutal que le costó la vida a Alejandra Ico Chub, de 32 años, el 29 de octubre de 2018 en el sector Isla del Norte de la aldea San Miguel del municipio de Chisec, Alta Verapaz.
Mario Tut Ical fue condenado a 50 años de cárcel por la brutal muerte de su pareja cuyo video se viralizó. En este se podía observar a la joven mujer con el rostro partido en dos, con las manos cercenadas. El sujeto usó un machete y confesó que lo había hecho “por celos”.
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Tres especialistas, activistas y representantes de organizaciones que velan por las mujeres en Guatemala, coinciden en que estos casos que se han viralizado muestran la forma en que persiste la violencia de género en el país y las pocas acciones del Estado para prevenir y castigar ejemplarmente las brutales agresiones.
Alejandra González Godoy, socióloga y especialista en derechos humanos de las mujeres, considera que los dos casos son brutales, ya que los agresores usan toda su fuerza para lastimar a sus parejas.
“Es un caso de tentativa de femicidio que lo comete el agresor con una brutalidad desmedida, con violencia física, y se observa que quiere asesinar a la mujer, por el nivel de brutalidad, misoginia”, dice González al hablar del caso que se dio en la tienda de convivencia.
González cree que si la situación hubiera ocurrido en su casa, sin la presencia de nadie que atestiguara la agresión, la mujer no estaría viva. “La brutalidad me sorprende”, argumenta.
En el segundo, caso, dice la especialista, se asemeja más a lo que viven miles de mujeres en el país, que junto con sus hijos sufren de violencia.
“Ese video muestra cómo la víctima, con su hijo en brazos, y el otro a la par, recibe la agresión del individuo. Tiene la misma brutalidad, pero es mucho más preocupante porque están los hijos presentes”, afirma.
González asegura que es más grave porque hay violencia física contra la conviviente, pero también psicológica contra los niños. Incluso, añade, se debe analizar si no agrede a uno de los menores.
Claudia Hernández, directora de la Fundación Sobrevivientes, relata que en los dos casos se observa el poder que el hombre cree tener sobre la mujer y eso es preocupante.
Según Hernández, los agresores, incluso, creen que al cometer esos hechos van a quedar en la impunidad, porque la evidencia así lo señala. El asunto en estos casos es que quedaron documentados en video, y eso hace que los entes estatales encargados deban investigar a profundidad y proteger a las víctimas.
“Esto es un ejemplo claro de lo que al final pasa cuando las autoridades son lentas a la hora de impartir las normativas que existen en el país para garantizar la protección”, refiere.
Agrega que, “aunque se denuncie, tenemos el problema que puede ser que les den una medida de seguridad o no, o el proceso de investigación tarde meses e incluso años. Esto no significa que siempre va a llegar a un juicio y cuando se llega a esa instancia, las sentencias son menores a los 5 años, solo pagan la conmutabilidad y salen libres”.
Ambos videos, explica Hernández, muestra la forma en que se sigue agrediendo a las mujeres en el país. Opina que estos casos recientes no solo confirman que los hechos han aumentado, sino que la brutalidad ha quedado evidenciada como se denuncian en los órganos correspondientes.
Para Karla Campos, del Grupo de Apoyo Mutuo (GAM), ambos casos demuestran una vez más que “ser mujer en Guatemala es un riesgo bastante alto. Las mujeres, al igual que los hombres, somos susceptibles de que violen nuestros derechos humanos, pero lo que pasa es que la forma en que violentan a las mujeres tiene un componente, además de violencia, uno emocional”.
Las tres especialistas coinciden en que las falencias del sistema de justicia en Guatemala no solo es la lentitud con que se abordan las denuncias, sino también la falta de seguimiento a cada una, la prevención y las condenas ejemplares ante una agresión brutal.
En ambos casos, documentados en videos, coinciden las fuentes, obligaron a la PNC y el MP a actuar. “Si eso no pasa, se quedan como el resto de casos que ocurren a diario en Guatemala.
Lo preocupante hoy día, según las expertas, es que le dan poco valor probatorio a los testimonios de las víctimas, y muchas veces minimizan los hechos jueces, fiscales y policías. “Eso debe cambiar, se debe capacitar para que no ocurra esto”, aseguran.
Las cifras
- El Observatorio de las Mujeres del MP contabiliza 43 mil 307 denuncias por delitos cometidos contra la niñez, la adolescencia y las mujeres hasta el 27 de septiembre de 2023, equivalente a 177 denuncias diarias.
- Los hechos más denunciados fueron violencia contra la mujer (32 mil 825), violación sexual (4 mil 583) y agresión sexual (2 mil 127), según ese informe.
- En este periodo, el MP reportó un total de 2 mil 663 órdenes de captura, 1 mil 468 detenidos, 481 agresores en prisión y 2 mil 2 agresores condenados por delitos de cometidos contra la niñez, adolescencia y las mujeres.
- Asimismo, al 27 de septiembre de 2023, el Observatorio de las Mujeres del MP, documentó 290 muertes violentas de mujeres en Guatemala; de estas 162 han sido calificadas como femicidios, 55.9% del total. Lo anterior representa un incremento de los 128 femicidios reportados durante 2022.
- Por edades, las jóvenes de 18 a 30 años representaron el 26% de las víctimas de muertes violentas; mientras que las mujeres de 31 – 64, equivalen al 35%; las niñas de entre 0 – 6 años, y el grupo de 7 a 13 años, representan cada grupo el 2%, y, las adolescentes de entre 14 – 17 años, el 7%.
- En cuanto a las edades de las personas sindicadas o acusadas por las muertes violentas de mujeres, se observa que 3% tenía entre 14 – 17 años, mientras que 12% tenía entre 18 – 30 años, y, 8%, entre 31 – 64 años.
En el 2022
El informe Guatemala, violencia contra las mujeres a lo largo del ciclo de vida, 2022, de Infosegura, revela que:
- Se entiende por violencia contra la mujer “cualquier acción o conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como en el privado.
- Durante el año 2022, de cada 100 mujeres y niñas aproximadamente una fue víctima que denunció algún tipo de violencia contra la mujer y otros delitos vinculados.
- Durante el 2022, en los departamentos de Retalhuleu y Suchitepéquez las mujeres agraviadas por violencia contra la mujer fueron el doble del promedio nacional.
- De los 22 departamentos del país, únicamente tres, El Progreso, Alta Verapaz y Zacapa, experimentaron un aumento en la tasa de mujeres y niñas agraviadas en comparación con el año 2021, mientras que los demás mostraron una disminución.
- La tasa de muertes violentas de mujeres y niñas en el 2022, fue de 4.9 por cada 100 mil mujeres, la cual es mayor en relación al año 2021 y 2020; sin embargo, menor a las tasas registradas prepandemia.
- 10 municipios concentraron casi la mitad del total de las muertes violentas de mujeres y niñas del 2022 (48.3%), equivalente a 211 homicidios de mujeres y niñas.
- Las armas de fuego fueron utilizadas en casi 8 de cada 10 homicidios de mujeres, durante el 2022.
- Durante el 2022, el mayor incrementó se evidenció en los homicidios de mujeres de edades
comprendidas entre los 40 y 59 años. En contraste, se registró una reducción en los homicidios en mujeres menores de 17 años
