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¿Cómo cuidar las emociones y sentimientos de mis hijos? Consejos para no oprimir el corazón de los niños

Una mujer vivía quejándose de aquellas cosas que su esposo no le daba, vivía insatisfecha, se lamentaba porque su marido no le daba una mensualidad para gastar en lo que quería; se quejaba por el carro viejo que tenía, la falta de viajes y diversión; hacía comparaciones con lo que sus amigas o familiares tenían, a pesar de que su cónyuge era responsable, le proporcionaba casa, comida y lo necesario, según sus posibilidades.

Lo que aquella mujer sentía lo transmitía a sus hijos diciéndoles que su papá era miserable, volcaba su frustración hacia ellos.

El marido trataba de explicarle a ella su situación económica, sin embargo, no escuchaba por su berrinche, deseaba que él llenara los vacíos que sentía y si no los cumplía, utilizaba a los hijos para acuerpar sus exigencias.

Al poco un tiempo los hijos empezaron a copiar el patrón de conducta, si les faltaba algo se lo exigían al papá y si no se los daba le decían que su mamá tenía razón, que él era un tacaño. La mujer nunca fue agradecida con los sacrificios de su pareja, a ella no le faltaba nada, no obstante, vivía inconforme.

En la familia es importante aprender a cuidar el corazón de los hijos, uno de los patrones de conducta negativos que se instala en el subconsciente de los hijos se relaciona con el sentir de los padres: falta de aceptación, amor, autoestima, etc. Estos cobran relevancia al usar a los hijos de escudo o bien de aliados emocionales sin darse cuenta del daño psicológico y la destrucción de la imagen paterna o materna.

En los conflictos de pareja es necesario que la persona agobiada gestione sus emociones y no pretenda desquitarse al atraer a los hijos a su sentir. Eso significa que el sujeto en crisis no debe protegerse con los hijos o tratar de orientarlos a que sientan su malestar a través de desprestigiar al otro.  De esta manera se hacen heridas en el corazón de los hijos. El significado de esta práctica demuestra inmadurez, irreflexión, inconsciencia y falta de amor propio. Ya que no importa llevar y hundir a los demás en un estado de infelicidad con el único fin de sentirse mejor.

Lo correcto es abrirse a lo que se siente, atender el malestar emocional sin perjudicar a los demás y aprender a sanar el interior.

Hoy quiero decir ¡Ya basta! Démonos cuenta de estas malas prácticas solo llevan al rencor. No llenemos de resentimiento el corazón de los hijos, más bien llenémoslos de amor. Lo que hagamos hoy será lo que recibamos mañana.

Dese la oportunidad de aprender a sentir, para vivir en libertad y liberar a los demás, asista a nuestros conversatorios. Más información al WhatsApp 4293-5610.

André Armas, Educador y Consejero de Bienestar

André Armas, Educador y Consejero de Bienestar

En los conflictos de pareja es necesario que la persona agobiada gestione sus emociones.