Varias familias de Fort Myers, Florida, Estados Unidos, se han visto afectadas tras el fuerte paso del huracán Ian, el pasado 28 de septiembre.
Medios locales han mostrado las impactantes imágenes de algunos barcos que ahora se encuentran en las calles y avenidas del lugar; algunos, incluso, cayeron sobre vehículos o viviendas.
En esa ciudad se encuentra una comunidad de centroamericanos llamada Loma Linda. Algunos de ellos relataron lo difícil que fue sobrevivir al paso del huracán.
Una mujer hispana habló con un medio local y reveló que perdió todas sus pertenencias debido a que el agua entró en su vivienda y destruyó todo a su paso.
Asimismo, otra hispana embarazada, que se identificó como Gabriela, relató de qué manera tuvo que subirse a un lavamanos dentro de su hogar para poder protegerse de la inundación que se generaba dentro de su vivienda.
Agregó que lo hacía con el propósito de salvar su vida y la de su bebé. Detalló que durante el huracán su familia tuvo que romper el techo dentro de su hogar para subir al techo y salvaguardar sus vidas.
Los vecinos de esa comunidad indicaron que perdieron la mayoría de sus bienes debido a las inundaciones. Otros también contaron que su vivienda quedó destruida.
En el punto se han llevado a cabo varios voluntariados para poder llevar víveres a los afectados de Loma Linda, ya que, según los medios locales, es una comunidad de pocos recursos.
De acuerdo con las comunidades hispanas, se ha solicitado ayuda a las autoridades porque entre los afectados ya se contabilizan personas enfermas, sin agua potable, energía eléctrica y sin ningún alimento.
Según las autoridades estadunidenses confirmaron la mañana del sábado a la AFP un balance provisorio de 23 fallecidos, la mayor parte de ellos ancianos y ahogados. Algunos medios locales han dado un recuento de 45 muertos.
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— Alerta News 24 (@AlertaNews24) September 30, 2022
Tras arrasar Florida, el huracán Ian se dirigió a Carolina del Sur con vientos de hasta 140 km/h, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC). Luego se debilitó hasta convertirse en una tormenta .
En la mañana del sábado, sus vientos se redujeron a unos 35 km/h a su paso por Carolina del Norte, aunque sigue provocando “fuertes lluvias”, informó el NHC en su último boletín.
Según autoridades locales, se contabilizan un aproximado de 23 personas fallecidas en el lugar.
