Guatemala
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La pandemia aún no termina

Para quienes creamos o no que la pandemia es algo real o que vacunarse es algo que nos protege, ahora el virus se está propagando en lugares donde antes no existían ni casos, pero esta vez con ómicron y otras cepas. Estas variantes atacan ahora a Corea del Sur, Taiwán, China y otros países asiáticos, y no se descarta que, si desatendemos las medidas de distanciamiento social o la vacunación, pronto pueden ser nuestra siguiente pesadilla.

En reciente conversación telefónica con el exembajador de Taiwán en Guatemala Adolfo Sun, me contó que cuando anteriormente los casos de covid en Taiwán habían sido relativamente escasos, hoy han llegado a casi 90 mil casos diarios. Para una isla de 35,980 km2 y una población de 23 millones 500 mil habitantes, es muy alto el índice, si lo comparamos con Guatemala. Nuestra extensión territorial es mayor, pues es de 108, 889 km2 y apenas contamos con 569 casos diarios. Es evidente que la población de Taiwán sí está en alto riesgo.

A pesar de que este archipiélago asiático ha visto aumentar exponencialmente los casos, la estrategia draconiana de “covid-19 cero” la dejaron fuera y la sustituyeron por una cierta relajación. El exembajador cuenta que, a pesar de estar vacunados, se encuentran en zozobra y nuevamente utilizan mascarillas y distanciamiento social de rigor por las nuevas cepas.

En el caso de China, que adoptó el “covid-19 cero”, Shanghái está ahora totalmente cerrada, después de detectar casos de la variante ómicron. En ciertas áreas, no pueden ni salir de sus apartamentos, pues hay oficiales que han instalado barras o cercos alrededor de las entradas de edificios. Los residentes se han quedado enjaulados y han llegado al colmo de que algunos trabajadores necesitan escolta de un oficial para llegar a sus oficinas.

A pesar de que siempre hay más de alguien que critica las regulaciones de distanciamiento social y el uso de mascarillas en Guatemala, estas no son tan duras si nos comparamos a lo drástico del covid-19 cero que se aplica en China.

En Guatemala tenemos la suerte de que los nuevos contagios ya no son tantos. El Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social dice haber recibido un lote de 273 mil 780 dosis de la vacuna Pfizer para ser utilizadas para la población de 12 años en adelante. Son 741 mil 859 adolescentes entre 12 y 17 años que se han vacunado con las dos dosis, pero muchos jóvenes dicen que lo han hecho pues se han sentido obligados.

Un guatemalteco que radica en el exterior ha exteriorizado su desagrado a las vacunas, diciendo que no puede llamársele vacuna al 100%, pues no causa inmunidad total. Él las ve como un engaño, pues algunos de los vacunados siguen enfermándose. De una forma u otra, aunque no nos protejan por completo, es sabido que los síntomas no nos llegarán tan fuertes. Por ello, es mejor acceder a las vacunas para someternos a la inmunidad de rebaño y no contagiar a los más débiles, a los que padecen de hipertensión, obesidad o diabetes.

En una aldea en El Estor, observé cómo un proyecto ecoturístico se venía abajo, al no conseguir suficientes grupos de extranjeros que llegasen a visitarlos cuando se enteraban de que los miembros de la comunidad no estaban vacunados.

En los departamentos donde existe un gran rechazo hacia la vacunación, los insto a cambiar de parecer. Quienes trabajan en turismo deben seguir las recomendaciones que les brindan las autoridades para continuar percibiendo sus entradas económicas para subsistir. Aunque no nos guste, hagámonos a la idea de que esta pandemia va para largo y que, si nos gusta viajar y no sentirnos enclaustrados, las vacunas son el pasaporte.