Dos pumas jóvenes fueron captados en medio de la selva del norte del Petén de Guatemala. Fue toda una experiencia cargada de adrenalina, según el autor de las fotografías, el conservacionista Francisco Asturias.
“Mi corazón latía a mil por hora, pero fue maravilloso poder verlas, fotografiarlas y platicarles”, compartió vía telefónica y en su publicación en redes sociales, espacio en que se puede notar su pasión por la naturaleza.
No es para menos, Asturias, con 36 años de experiencia, ha documentado con su lente los encuentros directos con los animales, lo que considera es un privilegio, pues le permite apreciar la vitalidad del planeta. “He aprendido muchísimo de la selva”, según relató en una entrevista telefónica.
“Cuando llegué a una recta, vi al puma atravesado viéndome. En eso volteo y del otro lado viene otro puma agachado también observando. Yo me quedé parado a medio camino, empecé a fotografiarlos y les comencé a hablar”, explicó sobre la serie de fotografías.
20 minutos después, los dos pumas, se dieron la vuelta y se adentraron de nuevo entre la vegetación del sendero.
“Si yo corro, su instinto hubiese hecho que me corrieran a mí. Entonces nunca hay que salir corriendo al encontrarse con un puma o jaguar, es mejor quedarse quieto, hacer ruido y no mostrar temor a ellos. Los animales se sorprenden y huyen generalmente de los humanos”.
“Es un lugar único y debemos luchar por la vida del planeta Tierra”, afirma este defensor de la naturaleza. Al igual que él, comparten su pasión otros guardarecursos de Calakmul, al sureste de Campeche; la Biosfera Maya en Guatemala, hasta cruzar a Río Bravo, en Belice, que juntos integran el manto selvático más grande de Centroamérica.
“La biosfera está estable en su conservación; sin embargo, los recursos financieros para la protección de los parques son demasiado limitados”, reveló. A su parecer, se está perdiendo la mirada hacia la protección de biosfera, y el Gobierno aún no pone la atención necesaria.
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La conservación de estos bosques es importante para el sostenimiento del planeta, aseguró. Según su estimación, se necesitarían unos Q5 millones al año para planes a largo plazo hasta por medio siglo.
El sostenimiento del hábitat no se limita a los cambios climáticos o amenazas de depredación. También incluye enfrentarse a los traficantes de la fauna y flora.
Asturias relata que en 2018 se identificó a una mafia china que talaba ciertas especies de árboles, al ser madera de alto valor, la cual se utiliza para la decoración de barcos y yates lujosos.
Se llevó a la cárcel a 13 personas y llevamos un año sin que haya más tala de ese tipo, de lo cual dijo se destaca la labor y resistencia que en conjunto hacen los conservacionistas.
Implementar nuevos campamentos para el estudio de campo y científico, mejorar los caminos de difícil acceso, entre otros desafíos les queda aún limitado.
Recuerda que recién un compañero sufrió la mordedura letal de una serpiente barba amarilla. En un lapso de dos horas, se organizó su traslado en helicóptero hasta un hospital.
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Los ocho sueros antiofídicos, especiales como antídoto para las picaduras, le salvaron la vida. “Ya está estable, parece que mañana sale del hospital”, explicó.
Todo dependió de la gestión, un pago de Q18 mil para el uso del transporte aéreo, pero según Asturias, todo ello “vale la pena” por conservar la Biosfera Maya.
